HICE MUJER A MI HIJA Cuarta parte
Fecha: 29/10/2019,
Categorías:
Incesto
Autor: Corsario, Fuente: SexoSinTabues30
... George.
¿Puedo? -preguntó antes de sentarse sobre sus piernas, frente a él y con las suyas abiertas a los lados de las George.
-Claro que sí, cariño, ponte cómoda.
Irene abriò la camisa de George y comenzó a acariciarle el pecho, pasando las manos por los hombros y sus amplios pectorales.
-Qué fuerte eres, pareces un atleta -musitó al oído.
– Bueno, algo fuí, pues en la Universidad jugaba al basket.
Irene comenzó a besar en los labios a George, que correspondiò acariciándole las nalgas y la espalda. Irene bajó la cabeza hasta alcanzar el pecho del hombre, pasando la lengua y mordisqueando los pezones, mientras George metía los dedos entre el leve cordón del tanga y tiraba de él hasta quitarlo. Metió la mano por debajo del cuerpo de Irene y su dedo pulgar entró fácilmente en el coño de la joven.
-Es cierto, putita, estás empapada, y sólo acabamos de empezar. Si que eres cachonda, golfa. Voy a disfrutar rompiéndote el culo -musitaba al oído de Irene.
En ese momento entró Anna en el salón.
-Vaya, golfos, habéis empezado sin mí.
-Te estaba esperando, perrita, ven y siéntate conmigo -le dijo Ricardo.
– No os aceleréis, que al final vamos a follar de lo más incómodos -protestó Elizabeth, que se levantó y, subiendo al piso superior, trajo varios edredones que extendió por el suelo.
-¿Veis como las prisas no son buenas? Además las perras deben follar en el suelo, como debe ser. ¿Y a vosotros, no os apetece ver el reestreno de Irene?
– Pues sí, la verdad -dijo Ricardo aproximándose a la pareja que se acariciaba. Irene estaba ya totalmente desnuda, y pugnaba quitando los pantalones de George, acariciándole así mismo el culo, arrodillándose ante él y metiendo ansiosa la gruesa polla en su boca. Se separó un poco de él:
-¿Conque estereotipos? ¿Conque no me crea todo lo que dicen? Pues no sé cómo serán las pollas del resto, pero la de George es inmensa. Me da hasta miedo.
– Zorra, no quedamos que sólo habías visto la de tu padre? -se rió Elizabeth.
– Y es verdad, y la de papá es grandísima, si lo sabré yo, pero la de George es monumental.
-Recuerda lo que te dije, pequeña. Si no se sabe usar, igual da grande que pequeña. Afortunadamente, nuestros machos saben como utilizarla. -Apostilló Elizabeth.
Irene se acostó sobre los edredones, mientras George, sentado sobre sus talones le acariciaba el coño, y extendía el flujo hasta el ano, acariciándolo lentamente con los dedos. Ricardo se dirigio a Anna.
-Cariño, no me quiero perder ésto, asi que, si no te importa esperarás un ratito, vale?
– Claro, pero no te importará que mientras juegue un poquito con tu hija, no?
– Claro que no, tengo una cierta vena voyeur – se rió Ricardo
– Y yo qué? -protestó Elisabeth – Nadie me va a hacer caso?
– No te quejes. Hoy la reina de la fiesta es Irene, así que lo suyo es dejarla bien preparada , -contestó Ricardo.
Se inclinaron los tres sobre el cuerpo de Irene, Elizabeth besándola suavemente en los labios, ...