1. El Demonomicón – Cap.01 Invocación


    Fecha: 16/10/2019, Categorías: Gays Autor: Nauj69, Fuente: SexoSinTabues30

    ... alguna mujer que lo entretiene por un par de meses; pero ninguna ha logrado casarlo. Enzo es un hombre muy atractivo y varonil, todo un casanova, que su hijo siempre lo ha considerado todo un semental.
    
    –¡Está bien, papi! —Le respondió cerrando el Demonomicón por si su padre entraba.
    
    –¡Hay todavía pizza en la nevera! ¡Te portas bien!—Y finalmente se fue.
    
    En el momento en que Eliot oyó el ruido del motor del auto de su padre al arrancar, continuó con tranquilidad la exploración del grimorio.
    
    El curioso niño ahora podía hojear detenidamente página por página, haciendo énfasis en las inusuales figuras; hasta que casi al medio encontró una vieja hoja suelta. Ésta no parecía estar arrancada, además el tamaño evidentemente no era el mismo que el resto del compendio, y luego Eliot se percató de que podía leer lo que estaba escrito. Tenía que tratarse de una traducción renglón por renglón de la página que tenía enfrente; donde la ilustración mostraba a un musculoso y velludo demonio, sentado en un trono hecho de cráneos humanos, con una gran y gruesa verga flácida, tan enorme que le colgaba pesada en medio de las fornidas piernas como si se tratara de una tercera, y el horrendo demonio tenía tres cabezas, dos eran de un toro y un carnero, y una más humanizada que llevaba puesta una corona.
    
    Eliot tragó en seco, sintiéndose muy traspirado por el calor de esa tarde; aunque por su ventana se divisaba que ya estaba atardeciendo y la noche traería el fresco; por lo que quizás él estaba sudando mucho y se sentía caliente por el efecto de lo sugerente que le resultaba todo ese extraño libro. Entonces leyó el encabezado de la hoja suelta: <Ataduras de Asmodeus> y abajo que decía que era un hechizo para invocar a dicho demonio, mismo que podría otorgarle al invocador poderes. Esa última parte llamó mucho su atención. Él ya estaba harto de ser tan débil y patético cuando se trataba de tener que enfrentar a sus bravucones, que pensó que nada perdía con probar y realizar el ritual que se detallaba en esas instrucciones.
    
    El ingenioso niño tomó varias hojas de papel en blanco de su cuaderno de dibujo y las colocó en el piso traslapadas, de forma que podía tener un lienzo más amplio. Así inició la tarea de copiar el complejo círculo mágico que había en el Demonomicón, lleno de intricadas líneas, símbolos y runas; suerte que Eliot era muy hábil y no le fue tan difícil.
    
    Al cabo de una hora terminó y luego colocó en los bordes del círculo cuatro velas rojas que tenía de la navidad pasada, una en cada punto cardinal, y ya estaba todo listo; sólo le faltaba recitar el largo encantamiento, que pudo pronunciar gracias a que en la hoja suelta éste estaba escrito de forma fonéticamente y así Eliot supo cómo recitar cada palabra, una por vez:
    
    …AÈSMA DAÉVA, ÛNKALA NÖHR, MEDDAY ULMÛD!
    
    Y terminando de articular la última sílaba del conjuro, el niño esperó ansioso a que ocurriera algo sorprendente; pero por supuesto no pasó nada. Aguardó en silencio unos ...
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