1. LAS MUJERES DE MI FAMILIA. (3) – FINAL.


    Fecha: 15/10/2019, Categorías: Hetero Incesto Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30

    ... me quedé quieto inmerso en su interior y le besé la nuca mientras una de mis manos le apretaba un pezón. Me sentía en la gloria dentro del culito estrecho y bien perforado deGloria.“Tu culo es mío, vos sos mía para cuando tenga ganas y más vale que no se te ocurra andar tonteando con alguien más”, -le dije acercándome a su oído-, esto pareció actuar tocando fibras de una sumisión latente y me contestó:“Jamás te engañaré, quiero que me cojas siempre así, todo lo mío es tuyo y no me importa que haya otras, siempre seré tuya cuando quieras”, -afirmó decidida-, entonces comencé a moverme.
    
    Los gritos no paraban, pasaba de los quejidos fuertes a los gemidos agudos y, luego de un rato, cuando tembló como descocida sin poderse mover por el peso de mi cuerpo, le llené las tripas con una acabada que no parecía terminar de salir. Yo no quería más, quedé agotado, pensé enseguida que debería comenzar rápido con el trabajo del gimnasio,Gloria estaba en un limbo muy particular, su cuerpo estaba laxo y decía incoherencias, tanto así que no pude discernir si hablaba, se reía o lloraba. Sí le entendí cuando me dijo que no saliera porque sentía el culo rajado y que le parecía que le arrancaría las tripas, era comprensible, mi verga aún no se había desinflado, ella estaba contracturada apretando sus músculos anales y ejercía mucha presión. La acaricié, la besé logrando que se relajara, ayudó que mi verga se convirtiera en un“maní” y salí mirando su hueco y el ariete lleno de mierda, semen y sangre. No era mucha sangre, pero, para mí no dejaba de ser una virginidad tomada y mi ego agradecido por esto.
    
    Me fui a lavar y puse la bañadera a llenar, luego la cargué y la llevé al baño, claro que no me dejó meterla en el agua, primero desalojó lo de sus tripas mirándome con una felicidad en el semblante que nunca le había conocido y luego se puso a llorar diciendo que se sentía más culpable que nunca y que jamás podría perdonarse por haber sido tan estúpida, yo no contesté ni hice ninguna alusión al pasado, sólo me metí en la bañera y esperé a que ella lo hiciera. El baño se acompañó con caricias y mimos, aunque no dejé que eso dejara entrever que había algún cambio en mi modo de pensar, ni por asomo dejaría queGloria se pegara a mí como si fuera una pareja, mis prioridades eran distintas y, precisamente mujeres de buen ver, no me faltaban, además, yo me conocía bien y si me había fijado el tema de dar las materias, ni mi madre, ni mis hermanas oGloria misma me sacarían de contexto, salvo, claro está, en algunos momentos en que se imponía una tregua contra el stress y la descarga fisiológica.
    
    Nos secamos mutuamente y como dijo que tenía hambre nos fuimos a la cocina para prepararnos algo de comer, prepararnos es un decir, ella se ocupó de todo y me encantó verla moverse desnuda por el lugar. Me comentó que le parecía estar viviendo una película y me reía con ello diciendo:“En todo caso sería una película bien hecha sin tomarle el pelo al espectador o tratarlo de ...
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