1. Incesto con embarazo


    Fecha: 10/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos

    ... a cambiarme de ropa.
    
    Le dio el brandy y se fue. Poco después volvía a la sala vestida con una enagua corta. Braulio, al verla, le dijo:
    
    -Habías dicho que te ibas a cambiar de ropa, pero no que ibas a ponerte tan fresca.
    
    Se sentó al lado de su suegro y le susurró al oído:
    
    -Mis bragas estaban mojadas y no quise poner otras, así que no llevo nada ahí abajo.
    
    Luego, con un dedo le gira la cara, y le dijo:
    
    -Mírame, suegro.
    
    Miró y vio cómo los labios de su nuera se iban acercando a los suyos. Al sentir su contacto cerró los ojos, entreabrió la boca y se dieron un beso dulce y largo. Luego Rosa le echó la mano a la polla por encima del pantalón, sacó la lengua y le lamió la cara, la boca, el cuello..., y a final volvió a besarlo, pero esta vez devorándole la lengua. Al dejar de comerlo vivo, le preguntó:
    
    -¿Vamos para tu cama, suegro?
    
    Braulio, que aún tenía el libro en una mano, le respondió:
    
    -Vamos.
    
    Le dio una mano y Braulio, cogiéndola, se levantó y fueron para su habitación.
    
    Rosa se sentó sobre la cama y Braulio en el borde.
    
    Rosa le volvió a comer la boca. Braulio le echó una mano a la espada y con la otra le acarició una pierna y el culo. Luego, ella, le quitó las gafas y la camisa, lo puso a lo largo de la cama y se echó sobre él. Le levantó la camiseta, lo besó en la boca y después lamió y chupó sus tetillas, le echó la mano a la polla por encima del pantalón y se la apretó.
    
    -¿Te gusta, suegro?
    
    -Sí.
    
    Bajó besando y lamiendo hasta el ombligo. Se puso en la posición del perrito entre sus piernas y bajándole la cremallera del pantalón, le dijo:
    
    -Quiero verla.
    
    -Sabes donde está.
    
    Le quitó los pantalones y luego besó la verga sin quitarle el calzoncillo.
    
    -Está calentita.
    
    Metió las manos dentro del calzoncillo por las perneras y le acarició los huevos. Luego empuñó la verga y la masturbó. Mirándolo a los ojos, le volvió a preguntar:
    
    -¿Te gusta, suegro?
    
    -Sí.
    
    Le quitó los calzoncillos y la verga quedó mirando al techo. La empuñó.
    
    -¡Qué grande, qué gorda y que dura está!
    
    Dejó caer saliva sobre la punta y después lo masturbó. Era cómo si tuviera dudas sobre lo que estaba haciendo, ya que le volvió a preguntar:
    
    -¿Te gusta así, suegro?
    
    -Sí, se siente muy rico lo que me haces.
    
    -Haré que lo sientas aún más rico.
    
    Lamió y chupó el glande. Luego sacó la lengua y frotó el glande en ella.
    
    -Tu verga sabe muy bien.
    
    Le lamió y le chupó los huevos, al tiempo que lo masturbaba. Rosa gemía y hacía gemir a su suegro.
    
    -Te gusta. ¿Verdad, suegro?
    
    -Me gusta mucho.
    
    -Tu verga es tan gorda y está tan dura que me hará feliz.
    
    -Me gustará hacerte feliz.
    
    -Ahora quiero que me toques.
    
    Le echó las manos a las tetas y se las magreó, Rosa, sin dejar de masturbarlo, fue a por su boca y se besaron con lujuria.
    
    -Besas de maravilla, Rosa.
    
    -Gracias, suegro.
    
    Braulio la giró, la sentó sobre la cama y luego se arrodilló delante de ella. Besándola, le quitó la enagua, le tiró de ...
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