1. Incesto con embarazo


    Fecha: 10/10/2019, Categorías: Incesto Autor: Quique, Fuente: TodoRelatos

    ... la palabra, que, por otro lado, era lo que quería Andrés.
    
    Con Andrés y Rosa vivía desde hacía un mes Braulio, el padre de Andrés. Braulio era un cincuentón y usaba gafas, era moreno, alto y seco, y un buenazo, al que se le veía el cartón, o sea, que tenía en la cabeza una pista de aterrizaje para las moscas. Estaban comiendo a la mesa de la cocina y Andrés tragaba con voracidad para acabar pronto y volver a trabajar. Le dijo Braulio:
    
    -Come despacio que te vas a atragantar.
    
    -Tengo que volver al trabajo lo antes posible. Si los dejo solos en un par de meses me arruinan la imprenta.
    
    -Las prisas no son buenas consejeras. Leí en la prensa que un hombre, por ir con prisas, tuvo un accidente y ahora está muy grave, ya que no había suficiente sangre de su grupo sanguíneo para hacerle transfusiones.
    
    Rosa le preguntó:
    
    -¿No tiene familia?
    
    -No debe tener.
    
    -Pobre hombre.
    
    Andrés limpió la boca, se levantó y les dijo:
    
    -Me voy. No volveré hasta muy tarde. No me esperes despierta, Rosa.
    
    Rosa le dijo:
    
    -Vas a llegar muy tarde, para no variar. Conduce con cuidado.
    
    -Lo haré.
    
    A irse, le dijo Rosa a su suegro:
    
    -No me sale de la cabeza ese pobre hombre.
    
    -A mi hijo no le va a pasar nada así, y si le ocurriera una desgracia de ese tipo tenemos el mismo grupo sanguíneo y se la daría yo.
    
    -¡¿Tienen el mismo tipo de sangre?!
    
    -Sí, tenemos.
    
    -Es bueno saberlo.
    
    -Sí, esas cosas es bueno saberlas.
    
    Siguieron comiendo y hablando de otras cosas.
    
    Al día siguiente, Braulio estaba en un sillón de la sala leyendo una revista. Rosa llegó con una bandeja de pastas y café.
    
    -Hice algo dulce con el café.
    
    -Gracias.
    
    Le puso la taza de café delante.
    
    -¿Qué lees?
    
    -La revisa Cosmopolitan. Tiene un artículo que me interesa.
    
    -¿De qué trata?
    
    -De cuanto tarda un hombre en olvidar a la mujer que amó.
    
    -¿Y cuánto tarda?
    
    Braulio tomó un sorbo de café y después le respondió:
    
    -Aquí dice que de seis meses a dos años, pero yo hace cuatro años que me dejó mi mujer y aún no la he olvidado.
    
    -Dependerá de cada persona, y de lo que se querían..., digo yo.
    
    -Dices bien, y si se comparte la alegría de tener un hijo con ella...
    
    Rosa se puso triste.
    
    -¿Te pasa algo, Rosa?
    
    -No.
    
    -Algo te preocupa.
    
    Bajó la cabeza para decir:
    
    -Sí, pero sería difícil hablarlo contigo.
    
    -¿Es sobre Andrés?
    
    -Sí.
    
    -¿Qué le pasa a mi hijo?
    
    -Que no le gustan los niños.
    
    -¡¿Qué?!
    
    -Que no le gustan los niños. A mí me encantan y quisiera tener uno, pero como casi... Es muy difícil decir lo que te iba a decir.
    
    -Casi no hacéis el amor. ¿Es eso?
    
    -Eso es.
    
    -Entiendo, pues tenéis que hablarlo, un niño alegra una casa.
    
    -Volveré a hablar con él, pero creo que será inútil.
    
    En el cine había una semana de reposiciones con entradas a medio precio. Rosa estaba en una butaca de la última filA viendo "La vida de Adele". A su lado se sentó un cuarentón, trajeado, que iba a lo que iba. No tardó en ponerle la mano sobre ...
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