1. Relatos cortos 9. Linda, mi esposa


    Fecha: 03/10/2019, Categorías: Incesto Autor: adalberto1979, Fuente: SexoSinTabues30

    ... sonrió mientras acomodaba su blusa tapando sus pezones en desarrollo y bajo su falda planchándola con sus manos, me aventó un beso que atrapé con mi mano y me lo llevé a la verga como un juego perverso entre padre e hija, mi niña sonrió y salió de mi habitación para entrar a la otra, donde sus hermanos y madre hacían “ejercicio”.
    
    Insisto, todo fue culpa de Linda.
    
    *****
    
    Los niños se volvieron cada vez más atrevidos. Empezaron a dejar abierta la puerta de su dormitorio. Comenzaron a hacerlo frente a su madre, Freddy pasaba cerca de sus hermanas y aprovechaba para acariciarles las nalgas, ellas lejos de enojarse solo se reían entre ellas. Algunas ocasiones Freddy agarraba a Jenny desde atrás por su cadera con ambas manos y frotaba su verga descaradamente de arriba abajo, Jenny se sostenía de donde podía entre risas y caras de placer. Sé que Linda sabía de eso, porque ella también los veía, pero solo callaba.
    
    Los niños Empezaron a ir y venir desnudos al baño. ¿Y Linda? Solo mantuvo la boca cerrada.
    
    Sé que ella habló con las dos niñas mayores de los pajaritos y las abejas, al igual que yo con Freddy, para que supieran cuáles podrían ser las consecuencias.
    
    Cuando le pregunté a Linda sobre cuándo sería prudente hacer que las niñas tomaran la píldora, ella dijo que tan pronto como cumplieran dieciséis años y no un día antes y sólo si ellas querían. De alguna manera dudo que ellas lo hagan.
    
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    Un día Linda me sorprendió, pues llegó con Jenny y Lisa, las dos desnudas con sus bellos púbicos empezando a crecer, me sonrió y me guiño el ojo, salió sin decir palabra después de eso, mis hijas caminaron y se subieron las dos al mismo tiempo a la cama, me colmaron de besos y caricias, me mamaron la verga y los huevos al mismo tiempo, me besaron hasta que nos dolieron los labios, y cuando más duro estaba yo, Jenny se levantó y lentamente se sentó a horcajadas de mí, tomó mi verga y la puso en su vagina, la iba a detener, pero Lisa detuvo mi mano y mirándome muy pícara llevó mi mano a su rajita, mi dedo se perdió dentro haciendo que ella abriera su boquita y cerrara sus ojitos; nadie habló, Jenny en un sentón la enterró en su rajita infantil, pujó cuando lo hizo, pero la enterró hasta que mis huevos tocaron su ano.
    
    Me cabalgó como yo nunca hubiera imaginado se movía de arriba abajo, hacia los lados, de adelante hacia atrás y viceversa, su pancita abultaba cuando se encorvaba sobre mí.
    
    Gimió fuerte con su orgasmo, yo seguía anonadado con lo que mi hija mayor me hacía, estaba en un punto de no retorno, dónde la cordura abandona la mente, tomé a mi pequeña recargándola en mi pecho, mi mano derecha la sujetó de su zona sacra para afianzarla, una vez hecho esto mis caderas se movieron como pistón
    
    Mi niña gemía muy intenso, su cabeza casi vibraba por la velocidad de mis metidas y sacadas, no pude evitar eyacular por primera vez en ella, llenado su pequeño cérvix de mi fértil leche.
    
    Me desacoplé, estaba demasiado excitado, mi verga no ...
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