La impasible e insaciable mujer de negro. - Relatos Eróticos

La impasible e insaciable mujer de negro.

... clítoris me aprieta con fuerza. Dejó de hacerlo y su presión sobre mi brazo afloja. Hasta que con dos dedos follo su coñito, lo hago de forma contenida, pero con contundencia y profundamente. Se que no quedan muchas paradas y vuelvo a acariciar el clítoris, hasta que siento como su cuerpo se “afloja” y tiene un orgasmo.

Al salir del vagón la mujer que viene con nosotros le pregunta si se encuentra bien y ella dice que le agobian las aglomeraciones. Va sería desde la salida del metro hasta que llegamos a las oficinas a las que vamos. Llegamos pronto, prefiero tomarme un café y llegar a la hora. En ese momento recibo una llamada de mi amigo, que me alegra el café tan malo que me han puesto y me da la dirección de un notario para ir a firmar el acuerdo de disolución con ellos, le digo que estaré a las 17:30 sin falta para la firma. Nuria está muy contrariada, vamos a la oficina y nos dicen de esperar en una sala, “Carlos antes de nada, quería dejar algo claro... “ la tengo que interrumpir... “Si vas a decir algo con referencia a lo que nos trae aquí o algo de tipo personal, es mejor que no lo hagas, nunca se sabe quién puede escucharnos” se quedó blanca y miró en todas las direcciones, poquísimos minutos después nos recibieron.

Eran dos hombres y una mujer. Ella me presentó como asesor, consejero personal... entre los dos hombres estuvieron hablando exactamente veintitrés minutos. Como habíamos quedado Nuria con tono acongojado les dijo que a ella no se lo dijesen, que fuera a mí. Entonces quién habló y mirándome directamente a los ojos fue la mujer, no pasaba de los treinta y físicamente un pibonazo. Se tomó su tiempo y mi atención era toda para ella, la satisfacción de ella y sus compañeros era plena, la cara de preocupación de Nuria era total y no fingía. Cuando terminaron empecé diciendo “Como verán ustedes, no les he interrumpido para nada, solo exijo que no me interrumpan...” les dije todo lo que les tenía que decir, que ellos no se lo esperaban y tampoco Nuria, porque había hecho bien mis deberes.

Al finalizar y en menos de cinco minutos habíamos llegado a un pleno entendimiento y todo solucionado. La mujer quiso hablar a solas conmigo, la conversación fue breve pero clara, ella siguió con su “arte” y me dijo... “Que pena que no nos hayamos entendido, pero nunca es tarde y podemos vernos una de estas noches tranquilamente... ¿Te parece?” y sin perder mi sonrisa, con buen tono le respondí... “Estas muy buena y será imposible, porque tú y tus compañeros sois unos trileros, además poder follar contigo, necesitarías unas cualidades que no tienes...” no dije nada más y me marché. Seguro que sería imposible que alguien le hubiera dicho que no. Nuria al bajar en el ascensor me daba las gracias y me preguntaba irónicamente... “Y encima has pillado con la joven... ¿Me tendrías que dar las gracias tu a mi... Nooo?” me limité a sonreír y mover la cabeza.

Llegamos al hotel y nos espera Victoria, Nuria está pletórica y habla con ella, ...