1. La impasible e insaciable mujer de negro.


    Fecha: 30/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: CARTUZ, Fuente: TodoRelatos

    ... mundo de hombres, eso no lo olvides” y sé que lo decía muy en serio, mi no replica, mi no contestación, sabía que ella me entendería, de todas maneras, para dejarla un poco más tranquila le dije... “Pero no te preocupes, nos vamos a ver solos cinco minutos escasos, porque luego regresaré en el metro” era verdad calculaba, saludarnos al vernos, luego mientras se subía a su coche y ya estaba.
    
    Victoria se había quedado tranquila. Me levanté muy temprano, todavía era de noche, me fui a correr por un parque cercano, desayuné y estaba dentro de la hora, todos los tiempos calculados. Al salir a la calle me encuentro a Nuria. De nuevo iba de negro, vestido amplio por las rodillas, de cintura para arriba más ajustado, marcando un buen pecho, pero nada de escote, media negras y eso sí, el vestido con algún toque dorado, que rompía la seriedad del negro. Un bolso de marca y estaba esperándome, la verdad que me sorprendió llevaba tiempo esperando. Solo me dijo que le apetecía ir en metro, que hacía mucho que no lo pisaba. Con ella venían dos personas, hombre y mujer, que estaban apartados.
    
    Cerca del hotel había una entrada de metro, mascarillas y el tren no iba muy lleno. Hacemos un trasbordo y ahora si estaba el metro abarrotado. Nos costó hasta poder meternos en el vagón, logre llegar a la puerta que no se abre y pegado a unos asientos, hice que Nuria se colocara allí y los dos que venían con ella se pusieron cerca. Me dieron un buen empujón y me giré para ver que no me estuvieran robando la cartera y en ese traqueteo, Nuria quedó dándome el culo. Un meneo por aquí, otro por allí, el caso que mi polla quedó entre sus nalgas. Me quedo quieto y al final mi erección era notable, porque estaba al máximo. Me doy cuenta de que a ella no le está molestando el “juego” y entonces decido jugar a tope.
    
    Se mueve un poco para hablar con la mujer que la acompaña y en ese momento, meto una de mis manos, en concreto la derecha, la más oculta a miradas indiscretas, por debajo de la falda. Toco el muslo y cuando subo la mano, SORPRESA, son medias y ahora puedo tocar su suave piel. Ella tose, suerte que al llevar mascarilla no pueden ver bien su expresión. Por lo que toco, deduzco que lleva unas braguitas culotte y de encaje por lo que mis dedos tocan. No hay situación más excitante que esa, en el metro rodeado de gente. Se gira, tardó en hacerlo y me mira con intensidad. Es una mirada desafiante, encarándose. Sigo acariciándola y ahora que la tengo casi de frente, mi mano acaricia su coñito por delante, por encima de la braguita.
    
    Parada y sube más público, nuevos movimientos y esta vez al quedar más cerca de mí, mis dedos buscan como poder tocar plenamente su coñito, mis dedos son muy hábiles, pero necesito una pequeña complicidad por parte de ella, no sé si de forma voluntaria, abre lo suficiente las piernas, para poder apartar un poco las braguitas y acariciar directamente su coñito, está húmeda, bastante húmeda. Me agarra el brazo y cuando empiezo a tocar su ...
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