La impasible e insaciable mujer de negro. - Relatos Eróticos

La impasible e insaciable mujer de negro.

... anécdota de cómo nos conocimos, que nadie lo sabía y provocó que más de uno de los presentes se atragantara riéndose. Luego nos dimos un abrazo muy emotivo. Al regresar a mi lugar Victoria no estaba, se había ido junto a Nuria y aunque se las veía distendidas, Victoria tenía el “morro” torcido y eso a quienes la conocemos sabemos que es un contratiempo.

No quise preguntar qué le sucedía porque conociéndola había que darle tiempo y ya diría lo que ella quisiese. No tardó... “Vas a tener suerte, porque te voy a presentar a Nuria. Se que es meter al zorro en el gallinero, pero tienes que hacerle un favor o por lo menos orientarla” como no puede ser de otra manera en mí, aun sabiendo que me lo decía preocupada, quise quitar hierro a su preocupación... “Bueno, un favor y si se tercia alguno más...” me “regañó” diciéndome que me comportara. Cuando acabamos nos marchamos a una terraza muy conocida. Llegamos prácticamente a la vez, ella en su coche con conductor propio.

Me la presenta en la calle, tiene como un resorte en el codo, porque estira la mano para que la salude, le doy la mano y dos besos en ambas mejillas, se quedó sin reaccionar y les digo de entrar. Nos sentamos y elegimos un sitio discreto. Victoria quiere hacer la introducción en el asunto que nos ha reunido allí y le digo que deje que sea ella quien se explique. Es un asunto que no es delictivo, pero sí enrevesado. Que ella quiere que se solvente de forma privada y que bajo ninguna circunstancia se haga público. La solución es más sencilla de lo que parece y le explico lo que tiene que hacer. Al acabar Victoria me dice... “La reunión es mañana, podrías acompañarla que tú estás más acostumbrado a tratar con hienas” le dije que antes de comprometerme que me enviara por mail la documentación.

Nuria no se esperó, me pidió mi dirección de correo, luego llamó a una mujer y le ordenó que enviara a esa dirección lo que ella le dijo. “Esta noche le echaré un vistazo, si es tal como me has contado, te acompañare, si no lo es, te iras tu sola” es lo que le dije y ella me contestó... “Es como te he contado y si quieres te pasa a recoger mi coche...” la interrumpí diciéndole que iría en metro, ella se extrañó y quien le contestó fue Victoria... “Hija, cuando está en Madrid le vuelve loco ir en metro, es muy nostálgico y le recuerda sus tiempos de crio” que no era mentira que era verdad, el metro de Madrid me encanta, la gente, su olor...

Se que hubo una conexión entre los dos más allá del motivo por el que estábamos allí. La copa no duró mucho y nos marchamos, Victoria estando ya en el hotel, se vino a mi habitación para saber que iba a hacer y mi respuesta fue clara... “Tu amiga se ha metido en un charco bueno, pero por lo menos ha contado la verdad, no nos ha mentido, la acompañare mañana” y me dice Victoria... “Te pido un favor, no te pases con ella, que si le dices algo... ya me entiendes, ella para defenderse te contestara de muy malas maneras. Además, está acostumbra a mandar en un ...