#13 orgía en el baño turco - Relatos Eróticos

#13 orgía en el baño turco

... a uno de los originales invitados. El camarada impelido obedeció inmediatamente. A pesar del escarceo al que había sido sometida unos minutos atrás, una formidable verga se erigía en su entrepierna. Lucía la acopló en su interior con suma facilidad, montando al jamelgo alemán. El resto de la cuadrilla se aproximó a los nuevos actores, atraídos como los mosquitos a la luz. Múltiples vergas se afanaban, competían, por encontrar el favor de Lucía. Se arremolinaban en su cara, en sus manos, en su pelo. Mojado. Me excitaba de sobremanera esa escena.

Lucía engullía, tragaba, masturbaba en un loco ritmo todas las pollas que quedaban a su alcance, mientras cabalgaba con enérgico ritmo su montura. Liberó una de sus manos de la tarea masturbatoria y empezó a jugar con su ano. Primero un dedo, luego dos. Su boca alternaba las labores de placer mientras felaba las vergas que se le ofrecían con lubricar sus dedos de abundante saliva. Introducía prácticamente su mano entera en su boca. Arrancaba de sus entrañas abundante saliva que rápidamente depositaba en su recto. Lo preparaba para la batalla que se iba a librar en él. Chorros de espesa saliva se derramaban de su boca cayendo sobre su barbilla y más abajo. Pechos, ombligo, sexo, eran poco a poco bañados por su baba. Las pollas germanas rezumaban su secreción bucal. Todo estaba listo. Apenas terminó con las caricias, profundas caricias que disponían su recto cuando el primer voluntario ocupó de buen agrado la posición que abandonaba su mano. Un buen falo germano se embutió sin apenas dificultad en el recto de Lucía. Consecuencia de un trabajo preparatorio bien hecho. La cara de Lucía radiaba placer. Al menos en los breves momentos que se podía observar libre de cualquier empeño. Sus mejillas, su nariz mostraban rubor. Exaltación. Satisfacción.

La juventud del grupo empezó a ser palmaria. Apresurados. Torpes. Inconsistentes. Su amante anal aceleró su ritmo y potencia. La debacle de su éxtasis estaba próxima. Varios espasmos incontrolados. Un par de envites toscos. Su blanca esencia derramada. Retiró su pene de Lucía y una buena catarata de esperma salió a presión de su recto. Por lo visto ese miembro había estado reservándose desde hacía tiempo. Pronto un nuevo ocupante tomó el relevo. Lucía lo recibió con buen agrado. Por la parte alta del tablero las cosas empezaban a ponerse duras. Un germano decidido a follarse la boca de Lucía había apresado su cabeza y la embestía contra su polla frenéticamente. Profundamente. Lucía se esforzaba por inhalar algo de oxígeno a la par que un mar de secreciones salía disparado de su boca. Pronto paró la tempestad. Desde el interior de su garganta el pene alemán arrojó enormes descargas de esperma. Con la ruta de salida bloqueada por el falo Lucía apenas podía contener semejante descarga en su cavidad hasta que literalmente explosionó tal magnitud de fluidos. Apartó bruscamente su cabeza de la pelvis del germano logrando desempalarse, al tiempo que una catarata de ...