Karen: la depresión de mi hijo (6) - Relatos Eróticos

Karen: la depresión de mi hijo (6)

... hijo, pero no puedo, es desesperante sentirme así, no quiero hacerlo más, no puedo…

- Eso es normal, amor, piénsalo de esta forma; durante toda su vida la persona que más lo ha amado eres tú, y probablemente a quien mi hijo más ha amado también seas tú, esa conexión entre madre e hijo es especial, por lo que no me extraña que te sientas así tras haber pasado por lo que hiciste con el hombre a quien más amas en el mundo, incluso puedo entender que quieras deshacerte de eso por considerarlo incorrecto o indebido, pero sigue siendo tu hijo, con el que tuviste una experiencia que muy pocas madres se atreven a tener con sus hijos, creo que es normal que te sientas así y también creo que con el tiempo, tarde o temprano pasará, no deberías martirizarte por lo que sientes, al final del día y a pesar de que lo expresaras de una manera diferente, lo que sientes sigue siendo amor de madre.

Nuevamente miré a los ojos a mi hombre sin poder creer la maravilla de ser humano con la que estaba casada. Nuestros labios se encontraron una vez más en un beso tierno y hermoso, con el cual sentí todo el amor que ese maravilloso ser me tenía, antes de separarnos y mirarnos a los ojos.

- Ya no quiero que llores por eso ¿De acuerdo? Y si necesitas hacer lo que sea que necesites hacer para lograr estar en paz contigo misma, solo hazlo, no tienes que decírmelo si no quieres, puede ser un secreto entre mi hijo y tú; si algún día me lo quieres contar, estaré encantado de escucharte, pero necesitas tener en claro que lo que yo no quiero es que seas infeliz, ni que te tortures por lo que sientes ¿De acuerdo? Además, por lo que me contaste, tu y Andy hicieron un acuerdo que deberías cumplir, porque fue una parte del trato para que viniera al viaje - dijo mi esposo, con un tono risueño, con el que supongo que trató de quitarle un poco de peso a la situación. Mis ojos se abrieron mucho al escuchar sus palabras y entender lo que con ellas quería decirme mi hombre.

- ¿De verdad no tienes problema con que… ? - él negó con la cabeza antes de que terminara de preguntar.

- No es como que salgas a la calle a buscar a un fulano con quien tener sexo, ni siquiera fue algo que iniciara por deseo o con la intención de sentir placer, todo empezó como un acto de compasión hacia tu hijo, además eres la mujer que amo y él es el fruto de tu vientre, del amor que nos tenemos, no tendría derecho a enojarme por ello, de hecho, no lo sé, pero creo que tal vez sería bueno que exploraras lo que sientes con él, que se dejaran llevar un poco, tal vez así lo saques de tu sistema y dejes de torturarte con la idea de no poder ceder ante lo que sientes; quizás no sea tan mala idea que su primera vez sea contigo, ¿Quién podría tratarlo mejor que su propia madre?

No podía creer que mi esposo me lo estuviera diciendo, a pesar de los años que habíamos estado juntos y de las constantes muestras de amor que me había obsequiado ese maravilloso hombre, me costaba dar crédito al inmenso amor que ...