Las aventuras de Luna: Sucesos en un barrio obrero - Relatos Eróticos

Las aventuras de Luna: Sucesos en un barrio obrero

... dirección.

Me duché rápidamente para quitarme el sudor del día antes de cambiarme. Me puse mi sostén de encaje negro con un tanguita negro y una mallas negras. Por encima me puse un vestido verde que enseñaba mis curvas, sobre todo mi bonito trasero. Para completar el look me pinté levemente la cara y me puse unas botitas con un pequeño tacón de 5cm. Me preguntaba si Jax intentaría algo conmigo esta noche. Sinceramente no sabía a qué esperarme en esta fiesta.Si me aburro o si la cosa se vuelve rara haré bomba de humo, pensé. La dirección del piso que me había mandado estaba al lado y no tardaría más de 10 minutos en llegar.

Parte II: Un encuentro inesperado

Cuando me abrió la puerta, algo en la mirada de Jax me dijo que me había metido en la boca del lobo. Estos ojos negros me provocaban escalofríos. Le saludé y él a mí.

“Hola bonita, bienvenida,” Me dijo, mientras me hacía señas para que pasara dentro y para que me quitara el abrigo. “Pensaba que te habías perdido, lo que habría sido una pena. Te habrías perdido una gran noche.”

Pasé por el portal y me encontré en un piso con una decoración un tanto extraña. Las paredes, del suelo hasta el techo estaban cubiertas de espejos variopintos. En el suelo había una docena de jardineras con plantas que parecían tropicales. En conjunto, el reflejo de la flora en los espejos daba la impresión de estar dentro de una jungla. No era para nada lo que me había imaginado.

Me giré hacía él para comentarle algo acerca de su estilo tan particular pero vi que había seguido hasta el salón. Allí en el sofá, de espaldas a mí, estaba un muchacho jugando a la Play.

“Joan, ya está aquí nuestro entretenimiento,” le dijo Jax. Joan?, pensé.¿Cuántos catalanes podría haber por esta ciudad? Cuando se giró se me paró el corazón de lo desagradable que me parecía la situación. Era el compañero de piso de Óseas, cómo no…¿Qué hacía este gilipollas aquí?

“¿Sorprendida de verme?” Me pregunto, sonriéndome muy grande para revelar sus dientes amarillentos.

“Uhm, la verdad es que sí, no sabía que os conocíais...” le contesté.

“La Play junta a mucha gente, ya sabes,” insertó Jax.

“…sí, y otros gustos compartidos…”continuó Joan, repasándome de arriba hasta abajo con la mirada, deteniéndose en mis piernas cubiertas de las mallas finas.

Sentir su mirada lasciva recorrerme el cuerpo era bastante inquietante. Menudo error fue haberme puesto este outfit y no algo con más tela como unos vaqueros anchos. Los dos estaban de pie, apoyados en el sofá mirándome con unas miradas hambrientas, depredadoras. Sin pensarlo, di un paso atrás…algo no estaba bien en esta situación, y mi instinto me decía de salir corriendo de esta guarida. Jax tal vez sintiendo que estaba a punto de escaparme avanzó rápidamente hacía mí, y, antes de que pudiese decir cualquier cosa, me puso la mano encima de la boca, impidiéndome el habla. Me agarró fuerte con su otro brazo, paralizando la parte superior de mi cuerpo.

“Tranquila ...