Las aventuras de Luna: Sucesos en un barrio obrero - Relatos Eróticos

Las aventuras de Luna: Sucesos en un barrio obrero

... a las dos de la madrugada.

Últimamente Jax había perdido toda su sutileza coqueteando conmigo y diría que incluso se estaba pasando con los dobles sentidos. Hice la compra rápidamente y me puse en la cola para pagar, en la única caja habilitada, la dónde estaba Jax.

"Hola guapa, ¿qué me cuentas hoy? Como te va en la uni?" Me preguntó, mirándome a los ojos con esta mirada penetrante. Fue cogiendo cada artículo y escaneándolo con la máquina.

"Bien," le contesté. "Ya no estoy en época de exámenes por lo que no estoy tan estresada.”

"Me alegro Lunita. Acuérdate que hay que alimentarse bien para tener fuerzas". Sin quitarme los ojos de encima, cogió el siguiente artículo y me dijo, "mira, una morcilla como ésta te entrará fácilmente. Es una buena compra, no te dejará con hambre."

Sentía mis mejillas poniéndose del color rojo carmín. ¿Cómo se atrevía a decirme tales cosas? Tenía que ser coña... pero lo decía con una cara completamente neutral que no dejaba escapar ninguna emoción. ¿Me lo estaba inventando?

"Ya que estás un poco más libre si te apetece podrías venir a una fiesta que voy a celebrar en mi casa mañana por la noche," me comentó, siguiendo con su expresión de hombre serio.

"Ah sí?" dije, sorprendida.

Era la primera vez que me había propuesto un plan así, fuera de nuestras típicas interacciones en la tienda. Hacía mucho tiempo que no había estado en una fiesta, la verdad. Y estaría cerca de casa, no tendría que coger el metro. Si me cansase podría fácilmente hacer bomba de humo.¿Cómo sería la casa de este hombre?me pregunté.

“Bueno si te animas, ya sabes…,” me dijo, escribiendo su número en el envés del recibo. Su mano rozó la mía cuando me lo pasó, dejándome la piel de gallina. Me miró a los ojos con una expresión indescifrable haciendo que me estremeciera visiblemente.

Me fui del Día levemente alterada pero decidí no darle más importancia a la invitación. No pensaba ir por más curiosidad que tuviera acerca de este extraño personaje. Al volver a casa y guardar la compra me esperaba mi madre en el salón, con unas ganas enormes de discutir conmigo. Desanimada con la conversación que era ya un déjà-vu que me tenía hasta las narices, me fui al cuarto que compartía con mi hermano pequeño. Pasé el resto de la tarde noche ayudándole con un puzzle y añorando la época de niñez e inocencia por la que estaba pasando.

El día siguiente pasó rápidamente. Entre las discusiones y los quehaceres, el tiempo siempre pasa rápido. Llegó la noche y pensé en ir a darme una vuelta para despejarme la mente cuando al coger el abrigo y rebuscar en su bolsillo me encontré con el ticket con el número de Jax. Se me había olvidado por completo.Bueno, incluso una fiesta con este muchacho posiblemente perturbado sería mejor que quedarme aquí, pensé. Era otra opción para despejarme la mente. Le mandé un mensaje al que contestó enseguida.

hola reina, k alegría escuchar noticias tuyas. sta por empezar, vente cuando kieras. aki tienes la ...