1. Las aventuras de Luna: Sucesos en un barrio obrero


    Fecha: 30/09/2019, Categorías: No Consentido Autor: lazorritadetusakais, Fuente: TodoRelatos

    ... aleatorias como por ejemplo cómo se notaba ya el cambio de armarios. Incluso el más atrevido que hubiese ido en camiseta de manga corta la semana pasada ya se había rendido y había sacado las chaquetas y los abrigos.Nueve meses de invierno y tres de infierno pensé distraídamente. Me metí por la boca del metro y media hora más tarde emergí, con una sonrisa contenta puesta en la cara. Ya estaba imaginándome llegando a casa y aprovechando el finde para descansar. Ya no estaba en periodo de exámenes así que podía permitírmelo.Incluso veré a alguna amiga quizás, pensé. Varias me habían dicho que tenían ganas de juerga, pero la idea de coger el metro hasta el centro, hacer la típica secuencia de botellón-bares-discoteca, y quedarme despierta hasta las 7am sinceramente me daba algo de pereza. Cómo habría cambiado mi vida si me hubiese animado aquel finde a quedar con ellas, o si no me hubiese sonado en aquel momento el móvil, alertándome de un mensaje de mi madre que decía de pasar por el Día a hacer una mini compra.
    
    Tras leer el mensaje, me di la vuelta para tomar el camino hacía el Día del barrio que estaba a 150 metros de mi casa. Normalmente mi madre hacía la compra por las mañanas, y me preguntaba qué había sucedido esta mañana para impedírselo. Cuando pasé por las puertas deslizantes del Día mis ojos conectaron con los de Jax, que había levantado la mirada de donde estaba estacionado detrás de la caja, atendiendo a un cliente.
    
    “Buenas tardes señorita Luna,” dijo con una voz que vertía de él tan suave como si fuese miel de caña.
    
    Le di una pequeña sonrisa. "Buenas tardes Jax," le contesté.
    
    Jax era dependiente en el Día desde verano por lo menos. Fue por las fechas de junio que empecé a notar su presencia. Normalmente en verano había tantos cambios de personal que nunca me fijaba en los dependientes diferentes, pero Jax en particular había captado mi atención por su apariencia física. Era un hombre alto, con una espalda ancha. Aunque no tenía el típico cuerpo de gym-bro se le notaba que hacía algo de gimnasio por los bíceps que traía. Tenía una cara atractiva, con la piel suave, una mandíbula bien definida, una nariz muy harmoniosa con sus otros rasgos, y unos ojos casi negros, penetrantes. Mirabas suficiente tiempo en estos ojos y tenías la impresión de estar nadando en el Río Styx. No podría estar rondando más de 30 años.
    
    Y claro, cabe añadir que me había fijado en él porque coqueteaba conmigo cada vez que entraba a comprar, desde que había empezado a trabajar allí. Al principio eran comentarios bastante sutiles, de apodos cariñosos, o algún comentario semi-inocente sobre mi apariencia física. Estas interacciones siempre me hacían ruborizar y me ponían un pelín nerviosa... me volvía torpe con mis respuestas. Había algo en él que me atraía pero que también me provocaba un poco de miedo.¿Qué haría este hombre después de currar todo el día? Algo me decía que tenía unas aficiones poco comunes. Me lo imaginaba cazando jabalís en el Pardo ...
«1234...18»