Las aventuras de Luna: Sucesos en un barrio obrero - Relatos Eróticos

Las aventuras de Luna: Sucesos en un barrio obrero

... espalda, Joan cogió mis brazos, sujetándolos firmemente detrás de mí. Entre los dos me dirigieron como si fuera una yegua hasta que estaba sentada encima de Jax. Sentía su miembro palpitar contra mi coño encharcado. Con una mano posicionó su polla a la entrada de mi vagina y empezó a empujar con sus caderas. Sentía mis paredes expandirse para acomodar el tamaño. Centímetro a centímetro, mi coño cedía conforme la polla de Jax iba avanzando. Solté un gruñido enorme. Jamás había tenido algo de este tamaño dentro. Incluso con el semen que me había dejado Joan por dentro, la polla entraba con dificultad. Jax empujaba lentamente, dejando que mi cuerpo se acostumbrara a su tamaño.

“Qué estrechadito lo tienes,” susurró Jax. “No te preocupes, te lo voy a abrir, pero bien.” Dio un último fuerte empujón para embutir dentro lo que se había quedado fuera. Solté otro gruñido. Me sentía completamente llena. Jax empezó a bombearme con las caderas levemente.

“Espera, espera…” le dije. “Déjame marcar el ritmo por lo menos… Sino me vas a romper.”

Joan soltó mis brazos y puse mis manos en el pecho de Jax. Lentamente empecé a cabalgarle. Las manos de Jax reposaban sobre mi cintura y de vez en cuando me acariciaba la espalda o los pechos de manera sorprendemente tierna. Estaba completamente fuera de mí mientras que tenía dentro esta polla maravillosamente grande. Era una sensación que mezclaba el placer y el dolor perfectamente. Entendía de repente lo que había comentado antes sobre la línea que dividía ambas sensaciones. Aceleré el ritmo, disfrutando de su miembro y gimiendo. Jax me miraba con asombro. Me cogió del cuello para acercar mi cara a la suya, y empezó a besarme. Qué raro que era el primer beso que me estaba dando hasta ahora. Me parecía un acto muy íntimo. Besaba muy rico, controlando en cada momento mi cabeza con los dedos de una mano enlazados en mi pelo y la otra mano estrujándome el culo. Me tumbé encima de él explorando su cara y su pelo con mis dedos. Paré mi ritmo para descansar y lo retomó, siguiendo él con el mete saca. Ahora entraba y salía con más facilidad ya que mi cuerpo había acomodado el tamaño.

Sentía las manos de Joan jugando con mis nalgas otra vez, dándolas un masaje y unos leves azotes. Pasó sus dedos por encima del plug y sentí una leve presión. La presión se convirtió en una presión más fuerte y noté que estaba sacando lentamente el plug de allí. Se dilató mi ano, haciendo espacio para que pasara la parte más ancha del plug. Súbitamente me cruzó un pensamiento por la mente. Algo que había visto hace tiempo en un video de pornografía en Internet. Una doble penetración…Pero no podía ser, no?, pensé. Como si hubiese escuchado mi pregunta, sentí como frotaba un palo de carne largo y duro contra mi ano. Intenté despegarme de Jax pero me sujetó fuertemente con los brazos.

“AHHhhhhhhhhhrghh!!” Grité.

Joan había metido toda su polla en el ano de un empujón. Me dolía y me ardía como la chingada. Empezó un ritmo parecido al ...