1. Las aventuras de Luna: Sucesos en un barrio obrero


    Fecha: 30/09/2019, Categorías: No Consentido Autor: lazorritadetusakais, Fuente: TodoRelatos

    ... dolor, solamente para recibir otro impacto a los pocos segundos.
    
    “Otro por ser una zorra desobediente,” me refunfuñó Jax.
    
    Mis nalgas ardían ya con dos golpes pero Jax siguió castigándome hasta llegar a 10 golpes. No sabía si había llegado a sacar sangre pero desde luego tendría el culo de color rojo. Mis piernas temblaban de los impactos y tenía la cara manchada de lágrimas que me escurrían por las mejillas. Se mezclaban con las babas que me caían por culpa de tener la boca entreabierta tanto tiempo con la mordaza metida. Las dos fuentes de fluidos se unían para formar una mancha mojada en la cama. Hubiese sido imposible escaparme de esta posición a pesar de no llevar ya ataduras. Jax apoyaba bastante peso encima de mi espalda, inmovilizándome contra la cama.
    
    Entre mis piernas tenía una sensación de humedad. Eran mis propios fluidos: me estaba lubricando bastante con la situación y estaba chorreando. De hecho, creo que jamás había estado tan encendida como lo estaba en ese momento. El dolor, la incertidumbre y la adrenalina de la situación me excitaban. No entendía nada de esta reacción corporal. Al mismo tiempo me sentía avergonzada y expuesta. Me sentía como una niña mala, castigada.
    
    “Qué viciosa eres,” me susurró Jax en la oreja, mordiéndomela levemente. Sus dedos exploraban el interior de mi coño que ardía como si tuviese fiebre allí dentro. “Eres una zorra de primera. ¿Te gusta que te insulten? ¿Que te golpeen?” Con una mano se desabrochó el botón de sus vaqueros, bajando la bragueta. “Vamos a ver qué tal se te da chupar.” Me cogió de la cara con una mano y me acercó a la suya. “Y ni se te ocurra morderme,” me advirtió, dándome un palmetazo en mi nalga todavía dolorida, recordándome lo sucedido en los momentos anteriores.
    
    Se liberó su tercera pierna de su pantalón, haciendo que una polla gruesa de 20 centímetros me golpease en la cara, en la misma mejilla donde sus yemas me habían golpeado antes. Me encontraba cara a cara contemplando un espécimen venoso pero bonito. Tenía algo de vello púbico en la base como a mí me solía gustar. Era sobre todo el tamaño que más me impresionaba. Nunca había visto una tan grande de cerca. Con un movimiento me quitó la mordaza y antes de que pudiese decir nada tenía la boca llena. Empujo todo lo que podía, y con la saliva que me había generado la mordaza, deslizaba con facilidad. Jax tenía un sabor limpio - se notaba que se había duchado recientemente. Me venía otra vez el olor a romero que había notado antes, que era bastante placentero. Era un nabo que en otras circunstancias me habría chupado sin que me hubiese forzado.
    
    “No dejes de mirarme a los ojos, guarra,” me ordenó, mientras me follaba lentamente la boca, acelerando el ritmo con cada bombeo, haciendo que sus pelotas me llegaran al mentón.
    
    Él estaba de rodillas en la cama mientras que estaba enfrente de él, chupando. Su mano estaba enlazada en mi pelo, tirando mi cara hacía él para que su polla entrase más profundamente. De alguna ...
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