1. Las enormes bragas de mi madre


    Fecha: 28/09/2019, Categorías: Incesto Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos

    ... sentirlas, metía mis manos y las tocaba, las acariciaba.
    
    Entre a mi habitación, con la intención de calcular el tiempo que podría demorar en hacerme una pajilla, sin antes ser interrumpido. Sobre las 21:15 que intentaba ponerme cómodo en aquella cama. Oigo su voz llamándome, que solicitaba mi ayuda en la cocina, colocar los platos y vasos para cenar, eran mi faena. Joder, no podía terminar de correrme, deje todo en pausa. Lo que no sabía era si devolver las bragas de mi madre al cesto de la ropa sucia, o mantenerlas en mi habitación. A lo mejor guardarlas para futuras erecciones. Solo tendría que buscar un sitio súper secreto, esa prenda no podría encontrarla aqui. De momento me la guarde nuevamente en el bolsillo de mi pantalón, nadie me revisa los bolsillos y nadie la vería.
    
    Ya en la cocina, y habiendo cenado, mi madre se fue a cambiar de ropa, porque casualmente se había mojada la que traía puesta. Al salir de su habitación, y yo estar fregando los platos en el lavadero, dejando todo ordenado como de costumbre. Esas fueron algunas lecciones que aprendí cuando era pequeño y se me quedaron, así al día siguiente todo estaría ordenado y los bichos estarían a raya. Ella me hablaba desde el baño, a duras penas oía algo de lo que me decía, yo solo quería terminar lo que había iniciado en mi habitación. Tenía un tema pendiente, una erección palpitante entre mis piernas, una prenda peligrosamente guardada en mi bolsillo, unas ganas que empezaban a desbordarse por mis calzoncillos.
    
    Terminado todo en la cocina, pase por el baño, que es el camino hacia mi habitación. La puerta estaba abierta, la vi dentro de la ducha, nuevamente en la misma posición que estaba hace un rato, agachada, ahora limpiando la rejilla que se había atorado, pero llevaba una prenda diferente. Se había puesto un camisón de dormir, es de color rojo, pero lo que más llamó mi atención, es que era de tela transparente, dejaba a la vista su bien formado culo, pero también dejaba a la vista unas bragas negras. Las mismas que vi en el tendedero aquella noche. Se había puesto las que tenía en mis manos cuando me vio en aquel momento, las reconocí de inmediato.
    
    Esas bragas de mi madre, que más de una vez las había visto en el cordel, pero hasta este momento, no se las había visto puestas. Es más, hasta ahora no me había fijado en estos detalles. Sin duda, ha cambiado mucho en su manera de comportarse, ahora claramente puedo ver su lencería, lo que antes no sucedía. Mas excitado que asombrado, me segaba la visión de ver a esta mujer en ropa íntima muy sexy, estas prendas que seguro un tiempo atrás la habría satanizado, y eso que mi abuela no está. Agradezco estos momentos de tener a mi abuela lejos de casa, no podría disfrutar de esta excitante visión, seguro que ambos pensábamos lo mismo.
    
    Me pidió que fuera a cambiarme de ropa. Que me pusiera el pijama, que había dejado sobre mi cama, ella había salido de compras hace unos días, y se le había olvidado entregármelo, y que ya no ...
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