1. Las enormes bragas de mi madre


    Fecha: 28/09/2019, Categorías: Incesto Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos

    ... de mirarlas en el tendedero se apoderaron de mis instintos sexuales, tome una de ellas, recuerdo que era con encajes negros, y me metí al baño. Las bragas de mi madre, me causaron una gran erección, me sentí poseído por aquella prenda, en realidad quise guardarla para mí, pero corría el riesgo, a que se diera cuenta de eso. Aunque estemos solos en casa, podría notar su ausencia, se podría dar cuenta que le falta alguna y solo habría un responsable para eso.
    
    Abandone la idea de secuestrar esa braguita, la deje en el lugar de donde la había tomado prestada, ella, observo lo que estaba haciendo con esa prenda. Tomo la iniciativa de preguntar si me gustaba ese modelo, se había dado cuenta que yo estaba vigilando aquella prenda, mi reacción fue casi nula. ¿Me había pillado acaso devolviendo la braga? ¿Me habrá visto, sacarla y devolverla? A qué se refería con ¿si me gustaba esa braga? Me pidió que fuera a mi habitación, que se encargaría de todo aquí en el patio. Así lo hice, pero yo tenía las bragas de mi madre metidas en la cabeza, no podía sacarlas de mi mente, baje una revista de las que acostumbro leer, me excite mucho, quizá si me masturbaba podría aliviar esta tensión sexual.
    
    Con mi pene fuera, meneándolo de manera frenética, pensando en las bragas de mi madre, mis ganas de una buena masturbada sería más sencillo. Las ganas de hacerlo con sus bragas negras me hacían intentar salir y buscar aquella prenda, pero seguro que ya estarían recogidas del cordel. Pensé en ir a su habitación y coger una de sus cajones, la idea de hacer ese recorrido no me parecía mala, total, no echaría en cuenta algo que no tiene a la vista, no sabría que estarían en mis manos. Guarde mis genitales dentro del pantalón y me dirigí hacia su habitación. Tenía la firme intención de ir por lo que necesitaba.
    
    Al acercarme a su habitación, casi sin hacer mucho ruido, vi el cesto de su ropa sucia. Ahí habían unas braguitas rosadas, seguro serian de esta mañana, que a lo hora de ducharse se las había cambiado. Las tome y las guarde en mi bolsillo del pantalón, la erección que se veía en mis pantalones me delataba, si me encontraba dentro, más aun con sus bragas en mi bolsillo, eso hubiera sido muy desagradable. Salí como pude de ahí, no cerré la puerta para no generar ruido. Yo sabía que aún permanecía en el patio, logre distinguir sus anchas caderas al inclinarse para recoger los ganchos que se habían caído en el suelo.
    
    Mas excitado, por aquella posición, también porque en ese movimiento, dejo ver unos amplios cachetes de su gran trasero. Casi las 21 horas marcaban ya, ahora seguro me llamaría para cenar, y ya luego a descansar, lo que tenía que hacer, lo debía de hacer muy rápido. Lo cual era una pena, porque este momento me hubiera gustado disfrutarlo más, pero claro, en casa como están las cosas, era algo complicado. Ya que privacidad absoluta no tengo, siempre esta alguna de ellas merodeando mi habitación. Las bragas de mi madre en mi bolsillo, yo podía ...
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