1. Gema. Madrid. Mi marido lo sabe.


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Hetero Autor: MaduroPorAndalucia, Fuente: TodoRelatos

    ... terraza, incluso notando que ella estaba de rodillas aguantando mis envites contra su cara, pues se la saque. Le agarre de su melena, la hice que se levantará y subiendo su vestido a la cintura, note que al fin esta puta no llevaba al menos ni braga, ni tanga, es decir, desnuda de cintura hacia abajo.
    
    No me lo pensé ni una sola vez, le metí tres dedos dentro de su cueva. Mojada estaba, para no estarlo, jajaja, con la garganta profunda que le acababa de meter. Ella jadeaba primero recuperando la respiración de la follada de boca que le acababa de hacer y por otro lado, lo rápido y contundente que le hacia la paja, por lo que sabía que necesitábamos los dos penetrar ese coño mojadísimo y ardiendo. Así que mirando sus ojos de puta guarra que tenía brillantes, alce una pierna suya y la apoye en un banco pequeño de madera que tengo, pegado a la barandilla de la terraza, y de frente a ella, apunte mi pene a su coño.
    
    Pensaba en comer su clítoris, deleitarme, pero también sabía que este nuevo juego le iba a gustar más aún que el anterior.
    
    ¿Posición mía? De rodillas y casi pegado a su coño.
    
    ¿Posición de ella? Sentada. Piernas abiertas y apoyando sus pies enfundados en esas botas negras en el suelo.
    
    Le pasé toda mi polla por entre sus labios sin meter en su coño, solo por fuera pero presionando para que notara bien ella.
    
    Lo hice varias veces. Me gusta ver la cara de putas que se les queda mientras se lo hago.
    
    Pero, le quite las botas y la deje descalza, ella estando sentada y queriendo atrapar mi cuerpo para que la penetrará, le azote los pezones duramente. No se lo esperaba, pero incluso hizo que me miraba con esa cara que lo dice todo “o me la metes o te violo ahora mismo, ¡cabrón!” y eso hice. Agarrando de sus muslos, apreté con todas mis fuerzas y se la clave.
    
    Que grito pego.
    
    No creo que fuera de dolor sino de placer. Al fin la estaba metiendo mi polla gorda y más que lubricada por sus jugos. No me puse condón, para que hacerlo, si ya se la había metido.
    
    Seguía azotando sus pezones con el final de mis dedos.
    
    Gritaba, pero sonreía.
    
    Quería más por eso empecé a follar fuerte ese coño.
    
    Gema se abrazó a mi cuello y note como le temblaba el interior de su cueva, tenía un orgasmo, no sé si sería el primero, pero lo estaba teniendo, y yo seguía metiendo y sacando tan fuerte como podía.
    
    ¿Ella quería sexo salvaje? Pues yo la estaba follando cual puta era en ese mismo momento, porque yo la había puesto así.
    
    Ahora le sacaba mi pene del todo, dejando incluso la abertura muscular de su vagina y se la metía de golpe. Esto las vuelve locas. Pero hay que apuntar bien, porque si no entra, sube para arriba y frota con toda la dureza de la embestida sobre su clítoris, que también es estimulante pero mejor dentro de ellas.
    
    Seguí metiendo y sacando del todo. La estaba empotrando mientras estaba sentada, no se apoyó en el sofá, seguía abrazada a mi cuello mientras jadeaba y gritaba a mi oído, casi me quedo sordo, y cada vez que ...
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