1. Mi esposa y la Pandemia. Capítulo 3


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: claudiomarried, Fuente: TodoRelatos

    ... acaricié con “cariño”, para luego y sin aviso, darle una gran palmada en un cachete por ser tan puta, a pesar que nunca se lo he dicho. Maite solo dio un gritito y siguió en lo suyo.
    
    Ahora sabiendo los puntos que calza mi media naranja, levanté a Lucy y le dije al oído
    
    Cómele el coño y el orto a Maite mientras te follo.
    
    Lucy: Pero eso no lo he hecho nunca, me da asquito…
    
    Yo: Créeme que lo disfrutarás…
    
    Lucy: Bueno trataré…
    
    Yo: Pero antes dame una buena chupada a la verga.
    
    Lucy ni corta ni perezosa se metió mi rabo por unos instantes, hasta que consideró que mi verga estaba lo suficientemente dura y metiéndose en el culo de Maite empezó a ejecutar lo que le pedí… Pese a mencionar su eventual “asco”, la verdad es que no lo noté en ningún momento, pues se dedicó al orto y el coño de Maite con inusual pasión.
    
    Me situé detrás ella y la envergué lentamente, ella me lo agradeció con un profundo suspiro y nos dedicamos cada uno a su menester. El coño de Lucy era estrecho y su culito reducido, pero igual me hacía sentir un placer morboso, sobre todo al ver que estábamos haciendo un erótico trencito, donde podía ver la cara de placer de Rebeca, descubrir con más morbo aún, que tenía unos piercing que le atravesaban los pezones o la areolas, la verdad es que era cerca del límite… en eso pensé “la chica es una zorrita de cuidado”, jejeje
    
    Creo que la técnica de comer coño de mi mujercita fue muy efectiva, pues pronto Rebeca comenzó a boquear y gemir como una posesa, amasándose a la vez las tremendas tetas que se gasta.
    
    Rebecas a los segundos ya no solo boqueaba y gemía, movía su culo como queriendo follar con la boca de Maite, acto seguido le tomó la cabeza a Maite, apretándole contra su coño y se corrió con muchas ganas. Maite algo asfixiada le dejó de comer el coño y se arrimó a comerle las tetas siendo perseguida por Lucy que no dejó de comerle el coño mientras yo le daba un suave y placentero mete y saca, el cual solo cambió a ser feroz cuando mi Maite se corrió como la zorra que es.
    
    Dado que yo no me había corrido, les dije a las tres, que se sentaran muy juntas y pajeándome un poco me corrí en sus tetas y caras. Mi libidinoso acto desencadenó que entre ellas se comieran la cara y tetas a besos y lamidas, limpiándose mi leche con sumo placer. Pensé que después de mi profusa corrida ya no podría más, pero el espectáculo me dejó lleno de energía revitalizadora y mi amiguito resucitó.
    
    Rebeca al ver mi reacción, me miró lascivamente, como un gato ve un filete y me sonrió, cosa que no fue captada por Maite que se levantó a no sé qué cosa… acto seguido, Rebeca gateó hacia mí y apoderándose de mi verga, comenzó una mamada en regla, a la cual accedí. demostrando mi beneplácito acariciando su cabeza mientras miraba su redondo culo… Por su parte Lucy, ya repuesta de su reciente orgasmo, se acercó a mí, dándome un morreo y permitiendo que le amasara las tetas. Estábamos en eso cuando apareció Maite, ataviada con un arnés del que ...
«12...456...18»