1. Mi esposa y la Pandemia. Capítulo 3


    Fecha: 27/09/2019, Categorías: Grandes Series, Autor: claudiomarried, Fuente: TodoRelatos

    ... contracciones alrededor de mi verga, que me estrujaba cada vez más fuerte incrementando mi orgasmo. Maite no paraba de gritar y gemir. Entonces la vi tensarse, abrió los ojos como zombi; e irguiéndose, recibió mi último y definitivo empujón. Maite mantuvo mi verga dentro aprisionando con todas sus fuerzas.
    
    Maite: ¡¡Síii me mataste mi amor, me mataste!!
    
    Yo: Y tú a mí, corazón, júrame que soy tu único amor, ya que solo tú eres mi amor… solo tú
    
    Maite: Lo eres, te lo juro.
    
    Rendidos de nuestro encuentro ella se sentó a mi lado y con una sonrisa tierna me preguntó si ya estaba perdonada, a lo cual le dije que sí, con algunas condiciones que debían de estar muy claras en su mente y le dije:
    
    Yo: En cualquier encuentro con Jolene o quien sea siempre me debe incluir.
    
    Maite: ¿O sea, aceptas que incluya a una chica en nuestra vida sexual?
    
    Yo: Sí, por algo que es parte de tu naturaleza, siempre y cuando me incluyas.
    
    Maite: Lo prometo
    
    Yo: Pero hay unos límites que nunca debes transgredir.
    
    Maite: ¿Cuál es tu límite?
    
    Yo: Que no me mientas nunca más y que la chica no sea mi rival directa por tu amor y por último, que nunca exista un chico.
    
    Maite: Es un trato, dijo dándome su mano para estrecharla, levantándose de mí y yéndose muy feliz al baño moviendo el culo
    
    Después de esto, para mí todo quedó perdonado, y creo que Maite también tenía claro que así lo sentía yo. El resto de la tarde antes de ir por los niños, jugueteamos y nos divertimos como cuando éramos novios, sin remordimientos ni reproches, las cosas entre nosotros nuevamente estaban bien.
    
    Al día siguiente, correspondía otra de las reuniones de chicas, por lo que algo malhumorado me dirigí a casa pensando que me encontraría con Jolene y obviamente con las otras furcias, pero hice “tripas corazón” y entré con la intención de saludarlas y encuevarme en mi cuarto, pero grande fue mi sorpresa, al ver solo a Maite junto a Rebeca y Lucy en la sala, siendo saludado por ellas:
    
    Rebeca: Hola doctor, tenemos a una nena como paciente
    
    Maite: Hola doctor… Sí estoy preocupada por la niña
    
    Lucy: Hola doctor, mamá dice que estoy enferma
    
    Más grande fue mi sorpresa después del saludo al verlas como vestían, la primera vestida de “señora”, la segunda de enfermera y la tercera de niñita, pero que vestimentas por Dios… Maite como “señora” o “madre” era toda abundancia y sensualidad, vistiendo un vestido que resaltaba sus curvas, las que son muchas. En cuanto a Rebeca, que es enfermera de verdad, estaba usando la toca usual del rubro, pero su vestido le quedaba a lo menos dos tallas más pequeñas, por lo que la curvilínea enfermera, más parecía sacada de una revista erótica que de un hospital, y en cuanto a Lucy, vestía un infantil vestido que apenas le tapaba el coño de lo corto que era, si a eso le sumamos que tenía un corte en el pecho que destacaba en demasía sus inocultables tetas… ¡Uff!, me vino un calentón instantáneo. Ni lo pensé o medite y les seguí el juego.
    
    Yo: ...
«1234...18»