1. Historia de una hotwife: Mañanero con el señor del gas


    Fecha: 14/09/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos

    ... garganta, cogí su pene y lo metí en mi boca mientras él solo bufaba y empujaba su cadera hacia mí expulsando las últimas gotas de semen dentro de mi boca con sus manos en jarras sobre su cintura!!! Se lo exprimía con mi mano y acariciaba sus testículos mientras con mi lengua lamía su tronco y glande dejándolo limpiecito, mis labios rodeaban su venoso pene evitando derramar alguna gota de su caliente esencia, lo miré a los ojos y él sonreía satisfecho.
    
    Creí que esta rica cogida llegaba a su fin, pero él dijo no me importa que me corran, la quiero volver a coger, solamente le sonreí, su pene había perdido el vigor, le ofrecí un café y un pan de dulce, una vez que comimos el refrigerio, nos acomodamos en el sofá de la sala. Se acercó a mí y me besó con su boca cálida, acariciando todo mi cuerpo al mismo tiempo. Sus besos viajaron desde mis labios por mi cuello hasta llegar a mis pequeños pero ricos senos.
    
    Su celular volvió a sonar, y dijo, voy señor, tengo problemas con el carro, pero lo estoy arreglando, el jefe pareció creerle, pero le decía no pierdas mas el tiempo., cuando colgó, los mordisqueó suavemente una y otra vez, lo que provocó que yo gimiera levemente. Él llevó lentamente más abajo su mano derecha, mientras su izquierda y su boca continuaban jugando con mis senos. Su mano se posó sobre mi muslo.
    
    Disfrutaba de la ternura de ese macho desconocido y cada vez estaba más excitada. Así que me dispuse a mirar su miembro. Estaba complacida de ver que su pene estaba erecto otra vez. Mientras su mano izquierda masajeaba mis senos, luego se arrodilló frente a mí y me abrió las piernas. Usando sus dedos, separó suavemente los labios de mi coño antes de comenzar a lamer suavemente el clítoris con la lengua. Era muy bueno con la lengua.
    
    Él lamió y chupó mi clítoris y metió dos dedos en mi húmeda cueva de amor, mientras yo solo me retorcía de lujuria. Mis gemidos se volvieron más violentos, más fuertes y después de unos minutos, el semental me había lamido hasta llegar al clímax. Respiré hondo y lo miré feliz. Él sonrió ampliamente y dijo: -¡Espero que no hayas tenido suficiente! Únicamente sonreí y negué con la cabeza. Sin previo aviso, colocó su glande en mi húmeda y dilatada vagina, inmediatamente la penetró profundamente. -Ahhh, gemí en voz alta. Comenzó a follarme duro y rápido. Agarré sus muslos con las manos y lo atraje hacia mí para que pudiera tomarme aún más intensamente. Gemí en voz alta con cada embestida violenta y él también dejó correr libremente su lujuria.
    
    Después de unos instantes, el repartidor de gas: me dijo… acuéstate boca abajo y sepárate las nalgas. Ya en ese posición sentí como se montó encima de mi separando mis nalgas y escupiendo bastante saliva directo en mi hoyito, se acuesta encima de mí y comienza a meter parte de su gran verga que a pesar de estar bastante caliente y con ganas de que me rompiera el culo me provoco un poco de dolor y con mis manos lo empuje un poco hacia atrás diciéndole: Despacio papi ...
«12...789...»