1. Todo cuenta


    Fecha: 13/09/2024, Categorías: Gays Autor: falocrata1, Fuente: TodoRelatos

    ... una ilusión. David hizo lo propio, tanteando mi erección creciente que pugnaba por escapar de unos pantalones demasiado ajustados. Su caricia era suave y gentil y, a pesar de su levedad, me produjo un cosquilleo, fruto de la emoción. Un calor gentil me invadió, el preludio del volcán en que debía culminar ese momento de gozo.
    
    -Ven-dije.
    
    Las sillas eran un lugar un poco incómodo para este tipo de contacto carnal. Le traje hasta mi cama, sobre la cual me arrojé de espaldas. David me siguió y yació sobre mí, no sin antes retirar su gruesa sudadera. Por un momento fugaz pude atisbar un retazo de su cuerpo por la camiseta que pretendía ir detrás. Luego se recostó junto a mí. A través de la suave tela podía sentir y repasar algunos de sus contornos con mi mano mientras exploraba su boca con la mía. Su cabello, siempre tan bien peinado, acabó revuelto por mi acción, lo que él correspondió de la misma manera. Luego percibí sus dedos que bajaron por mis orejas y mi cuello hacia mis clavículas y mi estómago, regalándome sensaciones novedosas y gratificantes.
    
    Sin que me diera tiempo a reaccionar, retiró parcialmente mis dos prendas superiores, de manera que expuso mi torso como quien descubre el interior de un cofre del tesoro. Luego percibí el húmedo tacto de su boca y su lengua repasando los mismos detalles que antes exploraron sus dedos, dejando el rastro de su paso de manera más manifiesta. El frescor posterior creó patrones invisibles e ilegibles que aumentaron mi excitación y rubor. El final se situó junto a mis pezones, los cuales atrapó para mordisquear y chupar como conos de helado. Ello me provocó algún gemido inconsciente que amenazaba con revelar nuestras acciones. Por suerte, la música seguía sonando a un buen volumen.
    
    -Qué bueno...-exhalé.
    
    No veía sus acciones, solo sentía su curso, una experiencia sensorial que descendió por mi tronco con curvas sinuosas y lentas hasta llegar a la tela de mi pantalón. Entonces, David manipuló el cierre y bajó la prenda hasta mis rodillas. Solo ayudé levantando mi cadera para no ofrecer resistencia mientras retiraba la parte superior, todo de golpe. Luego liberó mi miembro, que llevaba largo tiempo pugnando por salir. Su libertad no duró mucho, pues pronto desapareció en la boca de David, que lo atrapó como una serpiente que engulle lentamente a su desdichada presa. Durante el rato que siguió sentí cada uno de mis centímetros que desaparecía, cada vez más profundamente, no sin antes juguetear con cada paso del proceso. ¡Creí tocar el cielo con semejante disfrute! Llevaba demasiado tiempo sin gozar de un placer semejante y que me lo diera David…
    
    No sé cuánto tiempo estuve en ese estado de éxtasis, pues perdí toda noción de ello. No fui consciente nuevamente de mi propia existencia hasta que David se detuvo. La retirada de su tacto húmedo hizo que me sintiera abandonado.
    
    -Ven aquí-dijo él, incorporándose.
    
    Se quitó ambas prendas inferiores y me presentó su propio miembro, tan firme como el ...
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