Mi padre me hace cornudo. - Relatos Eróticos

Mi padre me hace cornudo.

... local, Raquel me dijo al oído que si terminaba follando con mi padre, lo harían sin condón. Y allí estaba yo, viendo aquella mamada que ya duraba un buen rato, viendo que en ciertos momentos mi novia se metía el trozo de carne entero en la boca y lo sacaba casi ahogada. Y fue mi padre el que llevó la iniciativa al rato de estar sintiendo un buen placer.

Levantó a Raquel y la puso de espaldas a él, apoyada en las ventanas del Mercedes deportivo. Abrió sus muslos gorditos y la fue metiendo en el interior de su coñito, que seguramente y conociéndola, ya estaba bastante lubricada por sus propios fluidos. Las embestidas de mi padre contra las nalgas redondas de mi novia eran fuertes y cuando pude bajar un poco la ventanilla, pude escuchar los gemidos de placer de mi novia, como solía hacer ella cuan estaba siendo bien follada. Embestía con fuerza durante unos minutos y después paraba, como solía hacer con mi madre, para tardar más en correrse y después de unos cuantos minutos, los escuché a ambos gemir, fue el momento en el que mi padre le soltó en el coño toda su lefada caliente.

Después fumaron ambos un cigarrillo que solía llevar Raquel en su bolso, sin bajarse la minifalda y en ciertas ocasiones pude ver como ella tocaba la tela de su tanguita que imagino que estaba llena de semen. Volvieron al cabo de un rato al interior del coche y fue cuando arranqué el vehículo de mi suegro y puse rumbo a casa de mi novia.

Esperé durante unos cuantos minutos y al cabo de un rato, escondido en la zona de buzones y la escalera del piso, donde en otras ocasiones Raquel había deslechado a alguno de sus vecinos a media noche, esperé a que mi novia hiciese aparición y me diera todo lujo de detalles.

La vi bajar del coche, como le comió la boca a mi padre y cuando se acercó a la puerta principal del portal, mi corazón latía a mil de la emoción de ser cornudo por mi padre. Una vez dentro, hizo un ruido con mi boca y Raquel se acercó a mí, subió su faldita ceñida y me dijo.

- ¿Quieres limpiar el semen de tu padre por primera vez?

- Claro que sí, pero quiero que me cuentes todo mientras te limpio.