Tania y Lorena dos maduras insaciables de Valencia - Relatos Eróticos

Tania y Lorena dos maduras insaciables de Valencia

... momento Tania grito, venga mi negrito dame gusto más, joder que bien esto sí que es follar, me corro. Al escuchar el negro se quedó con todo el pollón dentro del coño de Tania inundándole el coño de semen. Yo por mi parte había cambiado de postura con Fran y estaba encima de él. Fran me cogía las tetas y estaba con los ojos cerrados como si estuviera en el cielo. Entonces los otros dos chicos se acercaron a nosotras. Venían con sus pollas tiesas. Marcos me la puso en la boca y Oscar hizo lo mismo con Tania. Nosotras empezamos a chupárselas como si fuera un helado. Al final yo, Fran y Marcos nos corrimos todos a la vez. Oscar se corrió en la boca de Tania echándole un montón de semen.

Tras las folladas iniciales descansamos unos minutos. Tania y yo aprovechamos para ir al baño a lavarnos y evacuar el semen de nuestros orificios. Al regresar los hombres bebían cervezas. Nos ofrecieron, pero nosotras preferimos beber agua para hidratarnos y zumo de naranja de Mercadona que había en la nevera. Todos estábamos desnudos. Al rato Fran nos preguntó si estábamos dispuestas a seguir follando a lo que nosotras respondimos que sí. Entonces él me agarró de las axilas y sin aparente esfuerzo me levantó de golpe con sus brazos, para dejarme sentada sobre una rústica y sólida mesa de madera. Me empujó hacia atrás, hasta que quedé tumbada sobre la mesa. Me agarró una rodilla con cada mano, levantó y separó mis piernas y se precipitó como un loco entre ellas para comenzar a comerme el coño con maestría. Con su lengua húmeda y caliente, me lamía entera la raja del culo y el coño. Me succionaba el clítoris y me lo trabajaba intensamente con la lengua. Después me mantenía abiertos los labios del coño con los dedos y me lo follaba con la lengua. No paró hasta conseguir que me corriera. Desbocado de deseo como un cabrón, trepó también sobre la y se colocó entre mis piernas, las cuales puso levantadas y abiertas apoyadas contra su pecho. Procedió a moverse lentamente contra mí, adelante y atrás, frotando así su polla tiesa y dura contra mi entregado y abierto coño. Mientras, me amasaba los pechos, me trabajaba los pezones con los dedos y me decía obscenas palabras. Fran seguía refregándome la polla por mi encharcada vulva. Me tenía loca. Le dije, fóllame, cabrón, fóllame ya. Y así lo hizo, durante veinte minutos me estuvo machacando el coño. Yo asi llegue a un cuarto orgasmo. Cuando él sintió que iba a correrse, vino apresurado a meterme la polla en la boca. No había hecho yo más que agarrarle los huevos con una de mis manos y comenzar a succionarle el glande, que entre gruñidos comenzó a eyacular intensas lanzadas de esperma dentro de mi boca, tan abundantes que a pesar de que tragué tanto como pude, por entre mis labios rebosaba buena parte de ese semen y resbalando por mi barbilla caía goteando sobre la madera de la mesa.

Cuando acabé con Fran vi que el negro estaba follando con Tania. La bombeaba por el coño, mientras sus manos le apretujaban las tetas. Él fue ...