1. Tania y Lorena dos maduras insaciables de Valencia


    Fecha: 12/09/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lorena, Fuente: TodoRelatos

    ... la nuestras y nos fuimos todos a su apartamento que estaba en el último piso de un edificio en avenida de Francia.
    
    Subimos al piso, era muy amplio y desde la terraza se tenía una buena vista de la playa del Valencia y del puerto. El italiano se llamaba Marco, el mulato brasileño con el que yo había follado en el baño, Oscar, el hombre negro se llamaba Joao y también era brasileño. El cuarto hombre era valenciano y se llamaba Fran. Una vez en el piso había dos sofás muy amplios. Marco trajo cervezas y Tania y yo nos sentamos en el centro de un sofá cada una. Joao y Marco, que parecían ser los más extrovertidos, vinieron a sentarse junto a mí, uno a cada lado. Fran y Oscar se sentaron junto a Tania. Comenzamos a charlar. Al cabo de unos minutos, noté como Marco se me arrimaba y colocaba una de sus manos sobre mi pierna, un poco más arriba de la rodilla. Sentir el contacto de la mano en mi pierna me calentó. Joao se percató y sin dejar de hablar colocó a su vez una de sus manos sobre mi otro muslo. Sentí como mis pezones endurecían. Ellos dos se estaban excitando también. Obscenos y tentadores bultos comenzaban a marcarse en todas las entrepiernas, bien visibles gracias a la elástica tela de los chándales que vestían. Fran, empezó a calentar a Tania. Pronto se quitó sin más el pantalón y le ofreció su polla erecta a Tania. Los demás no tardaron en imitarlo y sin demora comenzaron a desnudarse. Marco y Joao volvieron a sentarse a mi lado, ahora desnudos, y casi sin darme cuenta me encontré masturbándolos, con una en cada mano, al tiempo que me besaba con Joao. Marco hizo deslizar por mis hombros los finos tirantes del vestido, tiró de él hacia abajo y liberó mis tetas. Tomó la izquierda en su mano, lo palpó unos segundos, como evaluando su consistencia, y comenzó a pellizcar y a hacer rodar entre las yemas de los dedos el hinchado y sensible pezón. Me provocó los primeros gemidos de placer, y animado por ellos se lo introdujo en la boca y comenzó a chuparlo y mamarlo.
    
    Oscar por su parte separó las rodillas de Tania, se arrodilló entre ellas y comenzó a subirle el vestido, tarea que ella facilitó levantando un poco el culo. Una vez que se lo había dejado enrollado en la barriga como si fuera un cinturón, deslizó sus manos por los costados de sus muslos y tras unas breves caricias sobre ellos y las nalgas, a comenzó a sacarle el tanga. Cuando le hubo quitado las bragas, volvió a deslizar las manos como antes y agarrándola del culo la empujó firmemente hacia adelante. Se agachó y comenzó a besarle y lamerle los muslos. Su cabeza iba subiendo por ellos, y después llevó una de sus manos al coño de Tania y comenzó a acariciárselo, deslizando dos dedos por entre los labios arriba y abajo y presionando sobre el clítoris. Tania ya no podía hacer nada por reprimir sus gemidos de placer. Entonces Oscar acabó comenzó a aplicarle intensos lengüetazos por toda la vulva. En solo unos pocos segundos hizo gozar a Tania del primer orgasmo de la tarde. Fran se ...
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