1. La película


    Fecha: 11/09/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... desbocarse por completo, ambos estaban sumidos por completo en el juego, y ya fuera por orgullo o por simple competición, parecían estar retándose a ver quién de los dos era capaz de poner más caliente al otro.
    
    Pasados unos minutos, la historia llegó a una de las primeras escenas bondage que contenía y que tan famosa la habían hecho, aunque a él le costara encontrar la relación directa con un público que en voz alta no hablaba de sumisión pero que, sin embargo, tan bien había reaccionado al ver a la protagonista femenina completamente a merced de los deseos de su amante. El protagonista, ayudándose de su corbata, le ataba las manos y la lanzaba a la cama para disponer de ella a su antojo.
    
    Con esta escena lo voy a tener fácil, y voy a afirmar sin duda que te pone mucho - Dijo él rompiendo el silencio y clavando la mirada en sus ojos distraídos con la película.
    
    Sí, lo tenías fácil, me pone a mil cuando la ata de manos - Le contestó ella con la respiración entrecortada sin perder detalle de la escena - Espérate a que termine y ya bebo o me quito lo que quieras, ¿vale? - Le preguntó con esfuerzo, pues toda su atención estaba en el recorrido que el amante masculino hacía desde la cintura de la protagonista hasta su cuello.
    
    No - le contestó él de forma contundente.
    
    Venga, va, ¿no te puedes esperar un poco? De aquí no me voy a mover.
    
    No, levántate. - Le ordenó.
    
    ¿Qué pasa? - Preguntó ella sin terminar de hacerle caso con cara de extrañeza.
    
    No pasa nada. Levántate. - Le volvió a pedir sin dejar mucho margen para la duda mientras se apoderaba del mando para parar la reproducción.
    
    ¿Qué quieres? ¿Qué me quite el vestido ya, golfo? - Dijo ella mientras se levantaba del sofá y quedaba frente a él que se había interpuesto entre ella y la pantalla.
    
    Vamos a continuar nosotros.
    
    ¿Cómo? Si te refieres a la película, me temo que tú no tienes corbata - Le preguntó sin terminar de entender el giro de los acontecimientos mientras se levantaba y quedaba frente a él, con sus bocas a pocos centímetros, con sus pieles casi rozándose.
    
    No te preocupes, sabré arreglármelas.
    
    Y de nuevo, la besó, apoyando las manos en su cuello para subir lentamente hasta sus mejillas, sin dejarle capacidad de movimiento, mientras su lengua se saciaba con el sabor de sus labios y calmaba su ansiedad entre la humedad de su boca. Tras unos segundos de pasión desbocada, se separó de sus labios para situarse detrás y cogerla por la cintura, indicándole con una leve presión que debía comenzar a andar. Y así lo hizo, ella se puso a caminar mientras él la guiaba en dirección a la entrada de la casa, donde un gran espejo de pared los recibió, reflejando a la perfección el deseo que sus caras mostraban ya sin un ápice de duda. Ella le miraba en el reflejo, con los labios entreabiertos y la respiración algo agitada por el beso que aún resonaba en sus labios. Él, sin dejar de mirarla, comenzó a subir las manos por su espalda, lentamente, sinuosamente, recorriendo cada ...
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