1. La película


    Fecha: 11/09/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... destapar el tarro de las esencias y oler los aromas que de él pudieran salir, porque realmente, ambos, en lo más profundo se su ser, y aunque nunca lo hubieran verbalizado, sabían que tenían un interés el uno por el otro.
    
    A él, ella siempre le había parecido interesante por su actitud ante la vida, con fuerza y decisión, por su transparencia y claridad, por su falta de tabúes y su obligada contención en determinados momentos, dejando entrever que realmente, en ocasiones, debajo de su piel latía otro deseo. Físicamente no era el tipo de mujer en las que él se fijaba, con su baja estatura, su pelo rubio rizado a la altura de sus hombros o sus manos pequeñas, sin embargo, aquella noche, por el embrujo de un juego ya comenzado sin que lo supieran, solo era capaz de ver las cosas que sí le atraían, como sus labios carnosos, sus pechos que intuía turgentes o su culo prieto.
    
    A ella, él siempre le había atraído físicamente, era el tipo de hombre en quien se fijaba, moreno de rasgos muy masculinos, figura atlética y belleza griega sin ser ningún adonis. Además, en el fondo de su ser, siempre prendía su mecha cuando él dejaba escapar rasgos de su fogosidad, pasión e intensidad, algo que, en los hombres en general, le perdía sobremanera. A veces, esas mismas cosas que en esos momentos veía como virtudes, les habían llevado a chocar, como dos trenes que han alcanzado su máxima velocidad y que a pesar de saberse en la misma vía ninguno de los dos estaba dispuesto a parar, sin embargo, quizás, aquella noche, toda esa energía les llevara a un destino distinto. Y ella aceptó su mano tendida.
    
    De acuerdo, pero si esto se nos va de las manos, tenemos que parar - Le dijo a la vez que aceptaba el pacto con una mezcla de excitación y nerviosismo.
    
    Hecho. - Zanjó él.
    
    Los siguientes minutos los pasaron sin hablarse, sin mirarse, parecían ajenos a la situación, pero en sus cabezas se había despertado un torbellino de dudas y deseos que pugnaban entre sí por imponerse. Ambos se habían acomodado a cada lado del sofá, de forma instintiva, en una posición en la que no fuera fácil para su oponente descubrir su excitación. Y llegó el momento, la película comenzó, los títulos de crédito ya asomaban en la pantalla acompañados por una insinuante banda sonora.
    
    ¿Te has dado cuenta que es la primera vez que estamos solos en una situación como ésta? - Le preguntó ella sin mirarle, con los ojos fijos en la pantalla.
    
    Sí… y que probablemente nunca más se repita… - Le contestó él, añadiendo a continuación un comentario que hizo saltar por los aires las pocas dudas que les quedaban, porque solo así podían decidir con determinación qué camino elegían - Lo que pase esta noche…
    
    De esta noche no sale - fue ella quien terminó la frase.
    
    Durante los primeros minutos de película estuvieron inquietos, cambiando varias veces de posición y sin atreverse a cruzar sus miradas, ambos temían dar un paso en falso a la vez que lo deseaban con todas sus fuerzas. Y la primera ...
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