Las refugiadas - El testamento - Relatos Eróticos

Las refugiadas - El testamento

... Lyubov lucían minifaldas de colores chillones que apenas tapaban sus nalgas, top ajustados (al menos en el caso de Carla con su 86D de talla de sujetador, si lo usara, no tanto en el de Lyubov que con su 81A parecería casi una niña si no fuera por su prominente barriga correspondiente al séptimo mes de embarazo) y zapatos de plataforma que restaba diez centímetros a los casi treinta de tacón. Aun así sus pies distaban poco de estar en vertical cuando estaban de pie. Apenas pudieron más que saludarse pues los llamaron para embarcar. Pedro, Anastasia y Svetlana se encaminaron a la cola prioritaria para acceder a sus asientos de primera clase. Las otras tres viajarían en turista.

Cuando ya estaban a altura de vuelo Carmen se acercó a los asientos que ocupaban Pedro y las dos mujeres.

—Necesito hablar contigo —le dijo a Pedro.

[1] Господар interrumpida pronunciado «Hospodar».