Las refugiadas - El testamento - Relatos Eróticos

Las refugiadas - El testamento

... та його Господар, якщо він уже мав такий. Ми знаємо спосіб життя пана Пшека —Respondió Heinrich lo que sonó «Vasha dochka tak. Tilʹky chleny yoho simʺyi ta yoho Hospodar, yakshcho vin uzhe mav takyy. My znayemo sposib zhyttya pana Psheka». (—[Su hija sí. Solo miembros de su familia y su Amo si ya lo tuviera. Conocemos el estilo de vida del señor Pszeck.])

Y antes de que tradujese Anastasia habló en español hacia Pedro.

—Necesitar decir tu ser Amo, ¿poder?

—Frau Pszeck me ha pedido que en el viaje vayan usted y su hija. La he informado de que su hija puede ir sin problemas al ser familia, pero usted solo podría ir en el caso de que ya hayan establecido una relación de Amo y sumisa.

—Creo que no es de su competencia.

—En este caso sí —replicó el abogado—. Conocemos… y varios miembros del bufete compartimos, el estilo de vida del herr Pszeck. No todos en la misma medida y libertad que él podía gozar.

—¿Y?

—Yo mismo soy el Amo de mi esposa, pero solo en la intimidad… o cuando asistimos a algún club. Conozco, y herr Pszeck también lo conocía, el modo de pensar de las sumisas. Usted y yo podemos estar sin ellas si por circunstancias nos dejasen, pero ellas se sienten incompletas sin alguien al mando.

»Quisiera que fuese completamente sincero conmigo. No tengo medios de saber si me miente o dice la verdad, salvo que ella le contradijera, pero ¿es ya su Amo?

—Sí. Lo soy.

—Bien. En ese caso viajará también a Svalbard.

—¿Cuándo?

—Cuando ustedes decidan. Habrá más gente, pero ustedes fijaran la fecha —tradujo también al ucraniano—, una vez tengamos a todos los participantes localizados.

—¿Y esos serán? —preguntó Pedro.

—Frau Pszeck, usted, su Amo, ya que lo tiene, una representante de las demás mujeres de la casa, que localizaré a través de la asociación que las ha traído, dos si alguna ha conseguido también Amo y una representación de estos, así como un de las ponys que están en Croacia y de sus nuevos amos, ya que ellas están en custodia.

—Así que tiene que viajar a Croacia…

—No. Allí ya los ha localizado un colega mío. Solo me falta reunirme con las mujeres de aquí.

—Bien cuando sepa en la oficina cuando puedo ir se lo diré… nuestra situación es privada… de momento.

—Lo entiendo. Nuestro bufete gestiona bastantes acciones de su empresa, también contratamos muchos de sus servicios. Si no le importa gestionaremos que ya que es su… anfitrión, sea también su guardaespaldas en este viaje.

Cinco días después tomaban a media mañana el vuelo en el aeropuerto. Tras una escala de una hora en Bruselas aterrizaban en Oslo. Les esperabas dieciséis horas de escala en el Radisson Blu Airport, un Hotel que está conectado con el aeropuerto de Oslo Gardermoen a través de un pasaje peatonal. Herr Neumann les había ofrecido un vuelo privado, pero Pedro pensó que era demasiado llamativo. Además desconocía quien correría con los gastos y si Anastasia se lo podía permitir. Llevaban todo el día volando y habían comido en ...