Soy un hijo de puta I - Relatos Eróticos

Soy un hijo de puta I

... tu madre se corra ━pidió entre gemidos.

Esa petición y el vocabulario me desarmó.

━De acuerdo. Córrete para mí, puta ━concedí━. Yo quiero correrme en tu boca.

━Lo que quieras, pero… ahhhh ━no pudo acabar la frase. Un gran orgasmo la sacudió y sentí como su cuerpo vibraba con el placer desbordado.

A mí me faltaba poco así que aminoré el ritmo y dejé que se recuperara un poco. Después la hice bajar de la mesa y arrodillarse de nuevo ante mí. Sin ningún tipo de consideración se la metí en la boca y comencé a follarla de nuevo. Ella no se achantó. Sin perder de vista mis ojos, ella misma me masturbó al tiempo que chupaba como una posesa hasta que no aguanté más. Con un grito ahogado me descargué en su boca, pero ella no dejó de chupar ansiosa. La agarré del pelo y tiré de ella. Mi polla no soltaba más. Ella sin dejar de mirarme abrió de nuevo la boca orgullosa para demostrar que se lo había tragado todo. Metí un dedo en su boca y ella lo chupó como si fuese una verga sin perder ni un segundo el contacto visual. Nunca había visto tanto vicio en una mirada.

La hice ponerse en pie y acerqué de nuevo mi cara a la suya. Esta vez retuve su cabeza con fuerza y llevé despacio mi boca a la suya. Ella no perdía mi mirada, sabía lo que iba a pasar. Busqué su boca y la encontré cerrada. Peleé para entrar y ella abrió la boca pero para morderme el labio con tanta fuerza que me hizo sangre. Separé mi cara y la miré sin dejar de sonreír. Notaba la sangre cayendo por mi barbilla. Su mano llegó con fuerza.

━Eres un hijo de puta ━me repitió.

━Eso no es un insulto para mí. Es un hecho ━contesté devolviéndole la bofetada pero sin tanta fuerza.

Ahora fue ella la que tiró de mi cabeza hacia sí. Su lengua buscó la sangre que había derramado y la limpió hasta llegar al labio. Allí se detuvo un instante y sin dejar de mirarme, esta vez abrió la boca y me besó. Fue un beso profundo, húmedo. Sentí el sabor de la sangre y de mi propio semen, pero me gustó. Ella ponía toda la pasión posible en aquel beso. Contesté con igual intensidad. No sé cuánto duró, pero nos separamos con los ojos brillantes de deseo. A partir de ese momento éramos amantes.

━¿Quieres ahora esa copa? ━invité.

━De acuerdo ━aceptó volviendo al sofá. No se molestó en volver a vestirse. ¿Para qué? parecía haber perdido toda vergüenza por que la contemplase desnuda y hasta me pareció que se lucía orgullosa de su buen cuerpo.

LLené dos copas y me senté a su lado.

━¿Me lo contarás todo ahora? ━pregunté.

━De acuerdo. Aunque no creo que te guste lo que vas a oír.

Fue entonces cuándo me enteré de todo;cómo se habían conocido, el embarazo, la boda y todo lo demás. También supe que la idea de emputecer a mi madre en realidad había sido de él. El muy cabrón en lugar de buscarse la vida como todo dios prefirió poner a su propia mujer a vender el coño. A cada segundo que escuchaba me daba más asco. También supe que eso no le importaba porque en realidad nunca la quiso. Tan sólo se ...