1. Rechacé su petición, pero me comí su panochón


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... subió sobre mí, pues la felación me la daba cuando yo estaba acostado de espaldas. Se puso frente a mi y tomando mi falo llenó de su saliva se lo puso a la entrada del ano y se lo comenzó a sobar con mi glande. En esa posición se le miraba el panochón derritiéndose y ella me preguntó:
    
    - ¿Te gusta ver cómo tu verga se entierra en mi culo… verdad?
    
    - ¡Me encanta! -le dije.
    
    - A mi me gusta sentirla y… esta verga se siente tan rica que me harás gritar del placer.
    
    - Tienes un culo precioso y es una delicia estarlo rompiendo.
    
    Mientras Gisselle Angélica me hablaba de esa manera mi verga desapareció en su ano y podía sentir el calor de ese canal y cómo esta mujer me lo apretaba con ese apretado anillo. Con uno de mis dedos comencé a sobar su clítoris o intentaba chocar las yemas de mis dedos con él, pues esta mujer comenzó a mover su pelvis como doblando mi verga a los lados y hundiéndosela a la vez. Tenía buen vigor pues a los diez minutos de esa montada ya sudaba y comenzó a jadear y a decirme: ¡Pégame con esa verga! Méteme hasta los huevos Antonio… Dame, dame, dame que me vas a hacer correr. – Comenzó a jadear ruidosamente que cualquiera pasando por la puerta de nuestra habitación se podría dar cuenta que detrás de aquella puerta había alguien a quien se estaban cogiendo. Movía las caderas desesperadamente y se escuchaba ese nalgueó de un mete y saca frenético hasta que la vi cerrar sus ojos, fruncir sus labios y decirme gritando: - Así, así, dame así… Dios mío me vengo, me vengo… que rico, dame… no pares, méteme esa verga.
    
    Esa corrida no sé cuánto tiempo le duró, pero esta mujer terminó bañada en sudor y aquellos gemidos y cómo lo movía hizo que con los minutos le echara una segunda corrida por el culo. No se la saqué hasta que esta se volvió pasiva y perdió grosor y tamaño. Fue una buena corrida, que creo fue mejor que la primera. Minutos después la sodomicé en posición de perrito y es como más vulnerable se siente y es como más fácil se corre esta mujer, pues me decía que montando ella tiene el control. Tenia razón, de perrito se estaba corriendo a los minutos. Luego ella me preguntó:
    
    - ¿Hay algo que quisieras que yo te haga? ¡Recuerda que soy tu puta!
    
    - ¿Sabes lo que es un rimming?
    
    - ¿Quieres que te lo haga?
    
    - ¿Quieres?
    
    - Antonio… yo soy su puta.
    
    Me pidió que me acostara sobre mi estómago y comenzó a besarme los glúteos y con los segundos esa lengua se deslizaba por el canal de mis nalgas. Ella intentaba masajear mi ojete con sus yemas cuidadosamente pues tenía uñas largas. Sentí cuando su lengua invadió mi ojete y es algo tan delicioso y difícil de describir, pero a mí me envía choques eléctricos por todo mi cuerpo. Me pidió que me acostara de espaldas con las nalgas a la orilla, elevo mis piernas y me dio una mamada en los huevos con un rimming tan rico y me la pajeaba a la vez. Casi me hacía correr y fue cuando le pedí que intercambiáramos posiciones… era ahora yo comiéndole el culo. Esta mujer bufaba de ...
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