De regreso a casa - Relatos Eróticos

De regreso a casa

... siguiente, un día antes de mi partida, nos darían una despedida hermosa en el club.

“Ya sabes la regla, así que te pones una falda muy volátil, con calzones muy vistosos! Me dijo Oscar al despedirnos, riendo.

“¡Mañana te llevo un vestido que te va a encantar ponértelo, especial para esa entrada triunfal que harás! Invitas a la pareja de Nely, si quieren venir.”

El vestido, otro, tipo kimono, como el que ella vistió para la cena. A la entrada, lógico, el vestido volaba, se me enredaba en todo el cuerpo y yo no podía bajármelo. El local ya estaba bastante acudido, gracias a que una de las chicas se encargó de divulgar en las redes sociales, que iba a estar muy bonito, asistieron tantos, al grado que se tuvo que rechazar a muchos posibles clientes. Recordé aquella noche de la Oktober Fest, en el restorán de los amigos suizos.

Al entrar, dos chicas nos guiaron a una mesa pegada al escenario, adornada con muchas flores, reservada para nosotros. Creo que todo mundo creyó que éramos una pareja de artistas famosos, hasta nos aplaudieron al entrar. Las dos llevábamos vestidos muy vistosos, el mío sobresalía con sus flores estampadas color rosa y rojo, el de Nely morado con aplicaciones azules, ella mostraba todos esos lindos pechos que tiene, y al entrar mostró muy seductoramente los pantis que llevaba. Éramos un ramillete de flores, parecía que nos habíamos puesto de acuerdo para lucir.

Oscar nos presentó, sentí que lo hacía como si fuéramos dos personalidades, pero se le ocurrió decir que éramos sus mejores artistas, aunque amateurs pero actuábamos como artistas profesionales del vodeviles. Pidió nos pusiéramos de pie y dos chicas, entre ellas Candy, nos guiaron a los camerinos. Candy se esmeró en que mi maquillaje se viera exactamente como china, el de Nely también lucía hermoso, otra chica se encargó de maquillarla. Para mi actuación Candy me puso un calzón triangular de bikini, que sí me cubría parcialmente mi vagina, pero dejaba ver la flor que me iban a insertar después. Del brasier haciendo juego con los pantis, transparentes de arriba y de la parte inferior solo sostén con encajes, me gustó mucho como para conservarlo entre los que ya tenía.

“¡Ahora ponte el kimono encima! ¡Ábretelo en los hombros! ¡BIEN ABIERTO!” Fueron sus instrucciones, el escote en V me llegaba casi a mi cintura, claro, mis pechos aparecían, me habían agregado brillo y mis tetitas llevaban unas florecitas brillantes en la punta de mis pezones.

Salimos a escena, las dos vestidas. Al iniciar y seguir la música, fui despojándome del kimono. Un griterío y miles de aplausos. Daba vueltas, todo mi cuerpo brillaba por esas lentejuelas que me agregaron, todos me admiraban, aún no llegaba al punto más importante, el quedar casi desnuda haciendo como que folláramos Nely y yo, pero la euforia se desataba, nos querían ver desnudas. Los chicos del show aparecieron, yo no me esperaba estar en manos de Charly de nuevo, pero él ya me conocía. Dimos unas vueltas y ...