1. De regreso a casa


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Intercambios Autor: SUSAN, Fuente: TodoRelatos

    DE REGRESO A CASA
    
    (Sigo de regreso. Aún no abordamos el segundo avión, tendré que esperar aquí en el aeropuerto, casi tres horas para mi conexión, pero parece que está retrasado. Sigo entretenida contando y recordando mi estadía junto con mi marido, allá en Quebec. Tendré todavía tiempo, el otro vuelo también es largo, si no termino ahora, lo podré hacer, creo, antes de llegar.)
    
    En mi anterior relato, que ya se publicó, les decía que regresaba a mi marido. Lo complacía, pero dentro de mi conciencia estaba un sentimiento muy fuerte de arrepentimiento. Yo amo a mi marido, él también a mí, pero esa escapada que me dí y pasar toda la mañana con Isaías me provoca dos sentimientos de amor, por Isaías y por mi marido. Fue inolvidable haberla pasado con Isaías que por lo dulce y buena gente, me he enamorado también de él. Me le entregué a todos sus deseos y ocurrencias, su trato, y lo más notorio, su hermoso miembro. No es que me haga falta ese tamaño, pero una lo siente cómo una parte de él, que le llega a una hasta dentro del corazón. Pero, en fin, recordé que pensé ‘lo veré cuando me llame a que le entregue su chamarra negra y le pague el dinero que me prestó, que también eso me apenó, como quien dice, me está pagando como si fuera una chica de la calle.’
    
    Recordé que pasé una tarde muy linda. Horacio se dio cuenta de que fingí mis orgasmos, no lo tomó a mal pero me dijo que comprendía porque ya yo estaba bien servida y por lo pronto no sentía, pero después estaría bien.
    
    Ya tarde Nely y Fredy, nuestro matrimonio amigo nos visitaron. Muy neutral la plática. Cuando se marcharon él me preguntó cómo me caían de bien, ya le dije que él no era mucho de mi agrado, pero ella sí. Además ella no dejó de provocarte, le dije. “¿Te fijaste en sus medias, y hasta dónde se le veían?” Después de reír me preguntó si ella me gustaba.
    
    “No me gusta, pero sé que a ti si te emociona. Ahora que yo ya no esté tendrás que hacerle unas recordaditas de mí.” Le dije.
    
    “Pero está Fredy.” Me contestó.
    
    “Él es como tú, o peor, él si es un cornudo vicioso, goza cuando sabe que se la cogen. Dijeron que antes de nosotros nunca habían sido tan libertinos. Yo lo dudo, ella se las sabe de todas, todas. A veces creo que hasta me gana, solo lo de su perro fue lo único que yo le enseñé. ¡Ah! También que le quité esa negativa contra los negros, bien que la disfrutó y le sacó jugo!”
    
    “¿Te cae bien ella, entonces?” Me preguntó.
    
    “¡Sí, y me cae bien porque estoy segura de que a ti te estará ayudando a no extrañarme!” Le dije nuevamente, prueba de ello fue que antes de partir, ella lo alcanzo en la cocina, se levantó las faldas y le pidió le acariciara su pubis.
    
    “¡Tú no te hiciste del rogar, pero te faltó decisión, yo me hubiera cogido a Fredy mientras tú le dabas un rapidito a ella!” Así quedamos.
    
    “Deseo saber algunas cosas. Antes una cogida anal era rareza, solo se le permitía al amado, ahora todo mundo la quiere, también la doble penetración a muchos les encanta. ...
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