Mi hermana gemela - Relatos Eróticos

Mi hermana gemela

... tardamos en experimentar el sexo anal. Una compañera de clase nos explicó que salía con un chico mayor que ella y siempre que la penetraba lo hacía por el culo para no dejarla embarazada. La preguntamos si lo hacía por placer o solo para contentar a su chico. Su respuesta fue contundente. Prefería mil veces que se la metiera en el culo a que lo hiciera por delante. Sobre todo, si la masturbaba con la mano por delante.

Nos pareció una buena solución para poder follar sin esperar a que la viniera la regla. Le preguntamos si la había dolido y dijo que al principio un poco, pero con vaselina o aceite corporal para niños, entraba sola. Entonces no existían los lubricantes actuales. Ese mismo día al volver a casa, nos pasamos por la farmacia y compramos de las dos cosas.

Desechamos la vaselina desde el principio porque era casi imposible después quitárnosla. Sin embargo, el aceite nos permitía deslizarme dentro de su recto y después la piel absorbía el aceite. Las primeras veces fueron un poco dolorosas para ella y maravillosas para mí desde la primera vez. Tenía el conducto tan estrecho que me acoplaba como un guante. Cuando se acostumbró le pasó como a nuestra compañera, prefería que la follara por el culo.

Ya éramos adultos cuando me convenció de lo maravilloso que sería que me pudiera chupar mi propia polla y que me corriera con ella delante masturbándose. La cosa era bastante improbable porque mi flexibilidad jamás me lo permitiría como a algunas personas. Pero Manoli nunca se rendía cuando se le ocurría una idea y le fue dando vueltas a la posibilidad hasta que encontró un sucedáneo.

Fue en la época en que yo me estaba divorciando y ella aún no se había separado. Me propuso que me tumbara en el suelo con la espalda recostada sobre el frontal de sofá del salón de casa y con las piernas hacia arriba y abiertas. Ella se puso en cuclillas delante de mí y empezó a chupármela con el chocho a un palmo de mi cara. Cuando la tuve bien dura su boca abandonó mi pene y se ocupó de mi ano con la lengua diciéndome que me masturbara y me corriera en mi cara. Del culo paso a meterse un huevo en la boca y a bombearme sin piedad el culo con dos dedos dentro.

Curvé un poco la espalda y conseguí tener el pene a menos de un palmo de mi cara. Manoli no me daba tregua animándome a que me corriera y que abriera la boca como haría ella si me fuese correr en su cara. El orgasmo ya era inevitable. Intenté retrasarlo todo lo posible, pero el juego de lengua y dedos de mi hermana no me permitieron aguantarlo demasiado.

Esa fue la primera vez de las muchas que disfruté de mi semen directamente de mi polla. Me corrí sobre mi cara procurando apuntar a la boca. Al placer del orgasmo le sumé el morbo. Me dijo que lo saboreara antes de que ella me pusiera el coño en la boca para correrse.

Fue demasiado. Con mi semen en la boca me plantó su pubis encima y en esa posición sus fluidos se deslizaban mezclándose con los míos y me los fui tragando. Se metió mi polla ...