1. Calista.


    Fecha: 06/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... habitación
    
    —¡Hola!, mamá …
    
    Y se abalanzo con los ojos llorosos a abrazar y besar a su madre, ésta la miró sorprendida.
    
    —¿Qué haces aquí! … ¿Por qué no estas en la escuela? … ¿Estas enferma o algo así? …
    
    —¡No! … ¡Emh! … Sí … ¡Ah!, sí … me sentía un poco mareada … Sí, está mañana me sentí mareada cuando me levanté …
    
    Mi hija lo dijo balbuceando y de manera muy poco creíble, me miró algo compungida y mi ex nos miró a los dos.
    
    —¿Y porque estás vestida así? … ¿No es esa mi ropa? … ¿Esa falda … esa blusa? … Todo eso es mío …
    
    Recién entonces me di cuenta de que era verdad, mi niña estaba vestida igual que mi esposa hace veinte años atrás, antes de comerse un novillo entero y transformarse en una vaca, me sorprendió ver lo mucho que asemejaba a mi exmujer.
    
    —¡Umh! … ¡Sí, mami! … es que me gustó … nada más que eso …
    
    El nerviosismo de mi hija era evidente, así que agregué para reforzar su discurso:
    
    —Bueno … ella te echa de menos … así es como suple la falta de tu cariño …
    
    Me miró con incertidumbre, luego miró a mi hija con un poco de ternura. Entonces mi hija en vez de sentarse en el sofá se sentó en el apoyabrazos y me paso un brazo por sobre el hombro. Esto no pasó desapercibido para mi ex.
    
    —¡Umh!, está bien … quédate con mi ropa … te queda bien a ti, a mi ya no … ¡Ah!, esta era una de las razones por la que vine, nos mudaremos a otra ciudad … mi pareja ha encontrado trabajo en una ciudad del norte y nos iremos allí …
    
    Luego se dirigió a mi hija y le dijo:
    
    —Hija, por favor déjanos solos … tengo que discutir algunas cosas con tu padre …
    
    —Sí, mamá … de acuerdo y gracias por la ropa …
    
    Luego se giro hacia mí y me dio un beso en los labios, la mirada que nos dio mi ex, no presagiaba nada de bueno, pero no podía culpar a mi hija por su ingenuidad e inocencia. Calista se despidió de su madre con un beso en la mejilla y un abrazo que duro bastante, luego nos dejó solos.
    
    —¿Qué demonios pasa aquí?
    
    Siseó mi mujer echando su cuerpo hacia adelante significativamente.
    
    —¿Qué? …
    
    —¿Cómo que qué? … ¿Lo estás haciendo con nuestra hija? … ¿has enloquecido? … ¡Esa flacucha ahí es tú hija! …
    
    Me eche horrorizado para atrás y fehacientemente le dije:
    
    —¿Qué estas diciendo? … ¿Qué te da el derecho de venir a celarme con mi hija? … ¿Qué te crees? … ¿No estás bien con tu pareja? … ¿Quieres algo más de mí? …
    
    Mi voz era alta y me fingí muy insultado. Al parecer mis palabras hicieron mella en su orgullo y cambio inmediatamente su tono.
    
    —Bueno … ¡Umh! … ¿pero viste lo que lleva puesto? …
    
    —Pero si esa es la misma ropa que usabas tú hace algunos años … ¿Qué tiene de malo? … creo que es su forma de lidiar con nuestro divorcio … ¿No logras entender eso? …
    
    —¡Pero ella te beso en la boca! …
    
    —Y eso no significa nada … yo la he visto besándose con chicas en la boca y no le he hecho ningún escandalo … es lo normal para la juventud de hoy en día … ¿acaso tú no besas a tu noviecito? …
    
    —No lo llames “noviecito” ...
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