1. Calista.


    Fecha: 06/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    Me levanté esta mañana con mi habitual erección, toda mi vida he salido de la cama con mi verga apuntando para el cielo, no sé si esto será parte de mi sexualidad o quizás es algún trastorno de algún tipo. Pero no tengo tiempo de averiguarlo, tengo otras cosas por la mente. Tengo una hija adolescente, este año la matriculamos en segundo medio, es una buena muchacha y buena alumna también, he recibido varios elogios por su desempeño escolar y su comportamiento en general.
    
    Como toda adolescente tiene muchas cosas que aprender e investigar para su sano desarrollo. Es muy abierta de mente y no escatima recursos para obtener respuesta a sus inquietudes e interrogantes de la vida. Su nombre es Calista que en griego significa, la más hermosa, delicada y cautivadora, y mi hija es todo eso, lo puedo asegurar, pero debo agregar que también es entusiasta e ingenua.
    
    Con mi mujer, quiero decir mi exmujer, le hemos dado de todo. Bueno tal vez deba decir que ella y yo nos divorciamos, pero no por peleas o cosas de ese tipo. Sino porque nuestro matrimonio se había transformado en algo gris, había perdido el encanto y todo era rutina, la maquina funcionaba por inercia, porque estábamos cómodos el uno con el otro, pero no éramos felices.
    
    Se había debilitado la llama que encendía nuestra hoguera, lo que yo no sabía o quizás no quise darme cuenta, es que la llama se había extinguido del todo. En lo material no nos faltaba nada, pero ya no había pasión solo costumbre. Por eso un día conversamos yo y ella, y ella espontáneamente me sugirió que podríamos intentar conocer a alguien más, salir con otra persona y ver si encontrábamos algo nuevo. Así podríamos decidir si nos quedábamos como estábamos o era hora de cambiar de aires y dar vuelta la página. No me pareció una mala idea e hicimos eso por un tiempo. Nuestro matrimonio se había abierto. Nuestro matrimonio se había terminado.
    
    Amistosamente decidimos divorciarnos, ella dijo que había conocido a otro hombre, más joven y que le encantaría mudarse con él. Así mientras se tramitaba nuestro divorcio, Alexa se fue a vivir con su nuevo amor. Yo no concluí nada, pero salí con varias chicas y un par de ellas se transformaron en amigas con beneficios, con las cuales pasaba uno que otro fin de semana, como ven, nada traumatizante ni dramático ni para ella ni para mí.
    
    Cuando decidimos el todo se lo comuniqué a mi hija y no fue una sorpresa para ella, no estaba contenta, pero tampoco lo tomó en forma trágica ni traumática. Mi hermosa hija, esbelta longilínea, con sus maravillosos ojos azules me miro con cierta aflicción, se encogió de hombros y me dijo que ella ya lo presentía desde hacía mucho tiempo. Entré a su pieza, ella estaba sobre la cama con su portátil, tenía un lápiz en su boca, un par de cuadernos a su lado y vestía medias de lana largas, una faldita corta de jeans que hacía ver sus braguitas amarillas, un top rosado y una bufanda blanca en torno al cuello.
    
    —Hija … quiero comunicarte algo …
    
    —Sí, ...
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