Solos en Vacaciones, Con dos Chilenos - Relatos Eróticos

Solos en Vacaciones, Con dos Chilenos

... me iba acercando, noté que me miraban y hablaban entre ellos…, era obvio que hablaban de mi ya que cuando estuve junto a ellos, se quedaron callados.

Saludé con un buenos días y pregunté si podía usar el baño.

El hombre me miró con mucho morbo y respondió el saludo, pero la mujer ni me saludó…, con cierto desprecio me indicó donde quedaba el baño…seguramente también estaban pensando que era una prostituta y no era para menos, era la imagen que en realidad estaba dando…

Me dijo que el baño estaba en el restaurante y que abrían recién a las 7, pero que igual podía usarlo.

Lo primero que hice cuando entré al baño, fue hacer pis…, me venía aguantando las ganas desde que me estaban cogiendo… , luego me lavé la cara, me peiné y volví a maquillarme, sobre todo traté de cubrirme las ojeras.

Salí del baño y fui al restaurante, me senté en una mesa a esperar que dieran servicio, la verdad, tenía hambre.

Saqué mi teléfono que estaba apagado… Seguramente si lo encendía, iba a ver mensajes y llamadas perdidas de mi marido, por eso lo dejé apagado en mi cartera y me puse a pensar que le iba a decir, además de pensar en como iba a volver a mi casa.

Desayuné tranquilamente, rememorando lo que acababa de hacer con los chilenos.

¡Qué cogida me dieron, que buenos que estaban, como lo disfruté!. Me acordé de los 600 dólares que tenía debajo del corpiño, los saqué y los guardé en la cartera.

Me reía sola de lo que había hecho…, los chilenos se fueron pensando que habían pasado la noche con una prostituta y con gusto habían desembolsado una cantidad considerable.

Esa fue la primera vez que sin intención de hacerlo, recibía dinero a cambio de sexo…

Y aclaro que esa fue la primera vez, porque lo he vuelto a hacer y no por necesidad, sino por ego o quizás también para ver hasta cuanto son capaces de gastar los hombres por unas horas de placer, aunque no voy a negar que siempre viene bien un dinero extra, jajaja

Respecto a la vuelta a casa, lo ideal hubiese sido pedir un Uber, pero para hacerlo debía de encender el teléfono y no lo iba a hacer, así que tomé un taxi del hotel, el que me cobró una fortuna, no solo por la distancia sino por el adicional que cobran por pasar de Capital a Provincia.

En el trayecto me puse a acomodar el desorden de la cartera, realmente habían revisado todo…

Mi DNI, mis tarjetas de crédito, mis llaves…, todo estaba fuera de su lugar, incluso habían sacado el vibrador que siempre llevo escondido ya que el cierre de ese compartimiento estaba abierto. El dinero de mi billetera no era mucho pero estaba completo.

Lo único que probablemente se llevaron es alguna de las tarjetas de presentación del negocio, estaban todas desparramadas por fuera del estuche.

Cuando terminé de acomodar la cartera, la puse sobre el asiento del auto. Me acomodé el vestido y miré mis piernas, se veían blanquecinas y todas escamadas, era la leche seca que el tipo había desparramado y que por el reflejo del sol se veía ...