1. El machito de barrio


    Fecha: 04/09/2024, Categorías: Gays Autor: Arismendi, Fuente: TodoRelatos

    ... merced.
    
    La cama sonaba de tal forma que sentí en algún punto que podía romperse, seguía como una maquina dándome cada vez más duro y mi erección tan dura como nunca.
    
    No sé si era el grado de excitación, la marihuana o el hecho de cumplir una fantasía, tengo la convicción de que en ese punto si me hubiese pedido que me lanzara de un octavo piso lo haría, sin dudar.
    
    Yo soy de él, es muy raro sentirse así, lo sé. Es una forma de apego, no sé si es estar enamorado, pero es tanta la afinidad de aquel momento que todas las barreras han caído y empiezas a pensar de otra forma.
    
    No podía dejar de masturbarme, era una locura, acabaría así el durara media hora clavándome. Estaba tan duro y extasiado que no podía, lo siento, mis ganas eran demasiadas y él me observaba, sabía que era víctima de su verga.
    
    Exploté como un volcán, chorros y chorros empezaron a esparcirse y no pude ver su cara, el tenerlo adentro y botar mi leche me llevo al cielo y no pude tener los ojos abiertos, todo era sentir.
    
    -“Que rico vale”-Sentía las gotas calientes cayendo en mi abdomen, pecho, cara, pelo.
    
    El acelero sus movimientos y algo dentro de mí se sentía más relajado, podía sentirlo mejor que antes dentro de mi culo. Con cada movimiento y esas pequeñas leves contracciones de la eyaculación, me prolongaban el orgasmo.
    
    -“No puedo más, te voy a preñar perra”-Gritó.
    
    Sentí dolor, las embestidas eran tan fuertes que todo se estremecía pero aguanté, debía darle el final perfecto a mi macho.
    
    Cerré mis ojos de nuevo y me sujeté del colchón para no pegarme contra la pared. Ya mis piernas estaban tan acostumbradas a la posición que mis rodillas tocaban el colchón estando boca arriba, no sabía que era tan flexible y él se aprovechaba para darme más duro.
    
    -“¡Dioooos!”-Gritó.
    
    Se estremecía y aunque contundentes, sus caderazos bajaban de velocidad dándome esa crema espesa dentro de mi culo.
    
    -“¡Ah! ¡Aff! Eres una perra demasiado rica ¡Afff!”-Cerró sus ojos y seguía metiéndola por mi culo cada vez más suave.
    
    Yo sentía correr su leche por los bordes de mi ano, la fricción había desaparecido mucho con tan especial lubricante natural y yo lo recibía a gusto.
    
    -“Ni mis putas mas arrechas me han aguantado como tú”-Susurro en mi oído, tenía todo su cuerpo sobre el mío y su verga cada vez menos dura seguía dentro de mí.
    
    Unos segundos después se fue a un lado, quedando boca arriba con la mirada perdida en el techo y una sonrisa de maldad unido a deseo cumplido.
    
    Yo me levante un poco, mis muslos chorreaban leche, con uno de sus dedos recogió y me lo metió en el culo mientras yo lamia su verga ya a media asta, todavía llena de restos.
    
    -“No saques la lechita de tu culo que con ella te quiero volver a coger más tarde”-Me dijo.
    
    El acaricio mi cabeza, viéndome con satisfacción. Al limpiarlo me recosté a su lado y puse mi cabeza en su pecho para quedarme dormido.
    
    Despertamos muy tarde, él me dijo para comer algo y nos levantamos, desnudos nos fuimos a ...
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