1. Hago que mi cuñado me folle por error


    Fecha: 03/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Ayra Ross, Fuente: TodoRelatos

    ... vuelta a la realidad, y no hizo más que ponerme más cachonda. Hundí la cabeza en las sábanas.
    
    Volvió a bajar el dedo, muy despacio, e hizo círculos alrededor de mi entrada.
    
    —¿Has estado jugando antes de que yo llegara, verdad? —Gruñó—. Estás tan mojada.
    
    Sin previo aviso metió un dedo, y a pesar de tener la boca cerrada, hice pequeños ruiditos cuando lo empezó a mover.
    
    —¿Sabes? No creo que esto lo deba hacer una esposa ejemplar en casa de sus padres —dijo, y me aguanté la risa.
    
    Su buena esposa estaba de compras, y el coño con el que estaba jugando era el de su hermana pequeña.
    
    —Tal vez a partir de ahora tenga que tratarte como la zorra que quieres ser —añadió junto a un pequeño azote tras soltar una risa—. Me pone que te tapes.
    
    Claro que te pone, pensé. Así puedes imaginarte a otras con las que seguro te acuestas.
    
    Escuché cómo se deshacía del cinturón sin parar de mover su dedo dentro de mí.
    
    Entonces el soltó un gemido y metió un segundo dedo en mi coño.
    
    —La tengo demasiado dura. Duele tanto… Pero si no preparo a tu pequeño coñito voy a hacerte mucho daño.
    
    Metió otro dedo más, demasiado rápido. Luego un cuarto.
    
    El también se estaba tocando. Lo escuchaba jadear.
    
    Sacó los dedos de mi coño y moví de un lado al otro mi culo, ansiosa.
    
    —Ya voy, ya voy… —murmuró.
    
    Escupió, y después apoyó la punta de su miembro en mi entrada.
    
    Hizo círculos un par de veces.
    
    Yo empujaba hacia atrás. Lo necesitaba dentro. Pero él se apartaba.
    
    Hundí la cabeza en el colchón. Ya me estaba poniendo de mal humor, cuando entonces se hizo paso dentro de mí.
    
    Fue tal el placer que se me cortó la respiración, y de mi boca no salió más que un pequeño quejido.
    
    —Joder —maldijo él—, aún preparándote te cuesta tomarla toda.
    
    Fruncí el ceño al tiempo que abría la boca para tomar una gran bocanada.
    
    Empujó de nuevo y llegó al final, mandando una oleada de placer por todo mi cuerpo.
    
    Se movía muy lentamente dentro de mí.
    
    —Quiero follarte todos los agujeros. Dejarlos llenos de mí semen.
    
    Apretó ambos cachetes, y se hundió con fuerza en mi interior.
    
    Mordí la colcha cuando aceleró el ritmo. Chocaba contra mi con fuerza, llenando la habitación de sonidos mojados y constantes.
    
    —Tus padres no sabrán si a la que tienen delante es a su hija estudiosa o ejemplar, o la niñata fiestera y calienta pollas.
    
    Aunque en otro momento, esas palabras me hubieran enfadado, en este mismo instante solo me hicieron rodar los ojos de placer.
    
    Que me mencionara de una forma tan desagradable mientras hundía su polla en lo más profundo de mi, me hacía temblar.
    
    Gruñó, cada vez se movía más rápido. El cabezal se movía a cada estocada, y el colchón se balanceaba a la par.
    
    Temblé cuando llegué al orgasmo y sacudí las caderas, pero él no paraba.
    
    —Belén —gimió.
    
    Cerré los ojos con fuerza. Era demasiado para mí.
    
    Hasta que unos segundos después rugió de nuevo el nombre de mi hermana y me llenó de su semen.
    
    Jadeó y se quedó un par ...