1. Hago que mi cuñado me folle por error


    Fecha: 03/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Ayra Ross, Fuente: TodoRelatos

    ... —gruñí y aparté el vibrador de mi clítoris.
    
    Salí en busca del teléfono con el plug mandando oleadas de placer por todo mi cuerpo a cada paso.
    
    Para mi sorpresa era el teléfono de mi hermana, que descansaba sobre su mesita de noche.
    
    Debía de habérselo olvidado.
    
    Vi el nombre de Jorge en la pantalla y justo cuando lo tomé, él colgó, y el registro de mensajes y llamadas ocupó toda la pantalla.
    
    Habían 20 mensajes de WhatsApp nuevos y sin querer había entrado a la conversación.
    
    Jorge: ¿Vas a seguir comportándote como una niña inmadura? ¿No eres acaso tú la hermana mayor? Te estás comportando como una adolescente, Belén.
    
    Jorge: Me da igual lo que diga tu familia. Eres tu la que me conoce y la que sabe como soy.
    
    Belén: Contra más lo pienso, más convencida estoy de que no te conozco. Nunca me dices lo que te gusta. Tampoco lo que te disgusta.
    
    Belén: ¿O es que acaso soy yo? ¿No te pongo?
    
    Fruncí el ceño con ese último mensaje. Ya sabía hacia donde tiraba esta conversación.
    
    Jorge: Si me gustas. Eres mi mujer.
    
    Mentira, pensé. Tal vez mi hermana fuese muy reservada, pero cuando aún no se habían mudado juntos, lo que hacía nada más volver a casa tras sus citas con él, era encender alguno de sus juguetes bajo las sábanas.
    
    Belén: Jorge, nunca tienes ganas de hacerlo conmigo, en cambio cuando estamos separados siempre me escribes diciéndome que me tienes ganas.
    
    Belén: ¿Cómo puede ser que esté tan dura cuando yo no estoy y que cuando estemos juntos apenas se te empalme?
    
    Jadeé cuando vi la foto que había reenviado mi hermana.
    
    Un calor se posó en la parte baja de mi vientre.
    
    Era mi cuñado sujetándose el miembro con una mano. Era muy grande, aunque a primera vista no lo parecía.
    
    La podía rodear perfectamente con su mano, pero mi cuñado casi medía dos metros. Sus manos eran de todo menos pequeñas.
    
    Un poco de pelo se arremolinaba en la base, y en la punta, apartaba el presemen con el dedo pulgar.
    
    Apreté los muslos y seguí leyendo.
    
    Belén: Me hace pensar que la usas para otras y no conmigo.
    
    Jorge: Belén, soy solo tuyo. Eres mi mujer.
    
    Belén: No lo sé Jorge… Necesito pensar.
    
    Jorge: Belén eres mi mujer.
    
    Jorge: No dejes que tu familia te meta mierda en la cabeza.
    
    Hice una mueca con los labios. ¿Qué culpa teníamos nosotros de que no se le empalmara?
    
    Belén: No es por mi familia…
    
    Jorge: Sé que sí.
    
    Jorge: Tu hermana siempre está hablando mierda de mí y metiéndote inseguridades.
    
    Lo primero era verdad.
    
    Jorge: No puedes dejar que sus opiniones arruinen nuestra relación.
    
    Jorge: ¿Qué va a saber ella de relaciones?
    
    Jorge: Nunca ha tenido una relación seria. Nadie la aguanta. Solo la quieren para lo que la quieren.
    
    Apreté el móvil. Mi hermana había dejado de responder tras aquel mensaje.
    
    Jorge: Ella solo quiere convertirte en lo mismo. Una niñata guarra y malcriada. Y tu eres una buena esposa, Belén.
    
    Jorge: Nunca te engañaría con ninguna otra niñata. Tú eres una mujer de ...
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