1. Hago que mi cuñado me folle por error


    Fecha: 03/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Ayra Ross, Fuente: TodoRelatos

    ... verdad.
    
    Contra más leía, más de mal humor me ponía. Este tío era un imbécil.
    
    Jorge: Pero ya sabes que trabajo mucho y llego muy cansado a casa.
    
    Otra vez, mentira.
    
    La foto que había visto no era de alguien que folla una vez al mes.
    
    Jorge: Déjame verte por favor.
    
    Jorge: Tenemos que hablarlo en persona.
    
    Jorge: Voy de camino a tu casa.
    
    Jorge: Estoy fuera.
    
    Jorge: Sé que estás dentro. He escuchado el móvil.
    
    Mi corazón se aceleró. ¿Qué hago yo ahora?
    
    Mandé un mensaje haciéndome pasar por mi hermana.
    
    Belén: No puedes entrar, está la familia en casa.
    
    Enseguida respondió.
    
    Jorge: Se que no es verdad. El coche de tus padres no está.
    
    Chasqueé la lengua. ¿Cómo se presenta sin invitación este imbécil?
    
    Primero chulea a mi hermana, y después me pone verde.
    
    Aprecio a mi hermana demasiado como para que jueguen con ella. Y estoy demasiado segura de que algo raro está pasando aquí como para dejar pasar esta oportunidad.
    
    Destapé la cama y me metí bajo la colcha, cubriéndome hasta la cabeza. Después me deslicé hasta los pies de la cama y saqué solo el culo por fuera, dejando mi coño húmedo y mi plug plateado a plena vista.
    
    Me mordí el labio cuando tecleé en el móvil:
    
    Belén: Sube, está abierto.
    
    Mi coño palpitó al escuchar abrirse la puerta de la entrada.
    
    Ahora veríamos si de verdad estaba cansado, o si ocupa su tiempo libre en follarse a niñas guarras y malcriadas de las que tanto se queja.
    
    —¿Belén? —llamó.
    
    No dije nada. Entonces escuché el crujir de las escaleras.
    
    Me llevé el dedo gordo a los labios y mordisqueé mi uña. Cada vez estaba más cerca.
    
    Estaba a tiempo de arrepentirme aún, pero la excitación era más. Quería convencerme de que solo lo hacía por mi hermana, pero la situación me ponía muy cachonda.
    
    Entonces frenó de golpe en el marco de la puerta de la habitación. Desde ahí podía ver mi culo de costado. Tendría que acercarse más para poder ver mi coño.
    
    —¿Belén? —Su voz sonó más grave.
    
    No respondí. Iba a tener que mantenerme callada todo el rato si quería que esto funcionara.
    
    —No tenías porqué hacer esto… —dijo.
    
    Rodé los ojos bajo las sábanas.
    
    —Yo solo quería hablar —añadió.
    
    Estaba a punto de rendirme cuando entro a la habitación y se paró a los pies de la cama.
    
    —¿Así te pongo yo? —Su voz salió áspera.
    
    La visión de mi coño parecía haberle cambiado el estado de ánimo por completo.
    
    Tensé los muslos cuando algo rozó mis labios. Un jadeo escapó de mis labios.
    
    Primero por los labios mayores, después muy cerca de mi vagina, tanto que seguro que sus dedos habían quedado manchados de mi flujo.
    
    Puso un dedo justo en mi entrada y di un pequeño respingón. Pero no lo metió. En su lugar, siguió subiendo.
    
    —¿Pero qué tenemos aquí? —Chasqueó con la lengua varias veces.
    
    Con ese mismo dedo apretó el plug una vez, muy lentamente. Y yo hice lo mismo con la colcha.
    
    —¿Esto es lo que usas cuando estás solita, Belén?
    
    Escuchar el nombre de mi hermana me trajo de ...