1. Mensaje equivocado


    Fecha: 01/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cuanto antes a su casa. Deseoso de ver a su madre.
    
    Ni esperó a que llegara el ascensor. Subió por las escaleras los 4 pisos saltando los escalones de dos en dos. Entró en su casa y fue directo a la cocina, en donde sabía que estaría ella.
    
    Se la encontró frente al fregadero, en donde le estaba quitando el agua a lo que parecían espaguetis. Se acercó a ella, pegándose a su cuerpo, restregándole la dura polla por el culo y agarrando sus dos maravillosas tetas.
    
    -Hola mamá.
    
    -Ummm cariño - dijo ella, notando la dureza de la polla contra su culo - ¡Cómo está mi niño! - exclamó restregando su culo sobre la dureza que sentía.
    
    -Deseando follarte otra vez - le susurró Antonio bajándole los pantalones.
    
    -Aggg, cariño... espera... que tu padre está a punto de llegar... Espera a después de comer... cuando se duerma.
    
    -No puedo esperar, mamá. Llevo toda la mañana deseándote - le dijo bajándole las bragas.
    
    -Y yo, mi vida... y yo... pero...espera... que nos va a pillar.
    
    Antonio se bajó los pantalones y los calzoncillos. Se agarró la polla, la dirigió hacia el coño de su madre y se la clavó entera de una sola estocada. Aquel coño estaba tan mojado que la polla resbaló entera hasta el fondo. Agarró a su madre por las caderas y se la folló intensamente, dándole impresionante pollazos que la hacía estremecer de pies a cabeza.
    
    Apoyada contra el fregadero, con el caldero aún en las manos, Clara disfrutó una vez más de la poderosa polla de su hijo, de las fuertes embestidas, de los gemidos, de las caricias. Y se corrió cuando a los pocos minutos, con los dedos clavados en su cadera, Antonio le enterró la polla y estalló, llenándole el coño con otra copiosa corrida.
    
    Se quedaron enganchados, como dos perros, jadeando, sudando... y dieron un respingo cuando oyeron la puerta principal.
    
    Con rapidez se separaron. Antonio se subió los pantalones mientras su madre se subía las bragas y sus pantalones.
    
    -Estoy en casa, familia - gritó su padre.
    
    Cuando entró en la cocina, Antonio estaba sentado a la mesa y Clara poniendo los espaguetis en una fuente.
    
    -Hace calor, ¿Eh? - dijo el hombre al ver a su mujer con la cara roja y sudando.
    
    -Sí... hace calor - respondió ella.
    
    Durante el almuerzo, los dos nuevos amantes se echaban cómplices miraditas. Clara notaba como el semen de su hijo comenzaba a rezumar y cerró las piernas para evitar que siguiera saliéndose. Vio como, con disimulo, Antonio cogía su móvil y lo ponía debajo de la mesa. Escribió algo y al segundo el teléfono de Clara vibró. También con disimulo, leyó el mensaje y se estremeció.
    
    -Desde que papá se duerma, te voy a comer ese riquísimo coñito que tienes y te lo voy a dejar sin rastro de mi corrida.
    
    Clara no pudo evitar contestarle.
    
    -¿A quién le escribes? - preguntó su marido.
    
    -A la pesada de mi hermana - mintió
    
    -Mi simpática cuñadita.
    
    -Sí.
    
    Fue Antonio quien recibió aquel mensaje
    
    -Pues luego quiero que me sigas enseñando a mamarte esa polla tuya que me ...