1. Una familia muy unida II


    Fecha: 30/08/2024, Categorías: Incesto Autor: El Escriba, Fuente: TodoRelatos

    ... conmigo las plantas más exóticas que decía tener, no dejó de tocar y rozar mi brazo con sus manos.
    
    Roel llegó en apenas 2 minutos, rellenó de nuevo todas las copas. La comida estaba deliciosa, y el vino no dejaba de caer. Verónica no dejaba de acercarse y tocarme cada vez más, ya no sólo lo hacía con las manos en mi brazo, si no que incluso tocó mi pecho en alguna ocasión y rozó mi pierna con la suya. Olvidé decir antes que Verónica llevaba un vestido corto, veraniego, muy vaporoso y ligero, pero que al estar sentada a la mesa, dejaban ver gran parte de sus muslos, lo que sirvió para confirmar lo que ya había escrito antes: tenía un cuerpo delicioso, con bonitas piernas y piel suave y tersa.
    
    Roel también se había pegado más a Yasmín y esta, en un momento dado dio un beso en la mejilla a su tío, a lo que este respondió dándole un pico. Aquello empezaba a calentarse, y no sólo por el buen día que hacía, o el efecto del vino.
    
    De pronto, y sin haber hecho ni siquiera amago de retirar las cosas de la mesa, Verónica nos dijo a los tres:
    
    - ¿Quién se anima a darse un baño?
    
    - Perfecto, me parece una idea maravillosa –respondió Roel, poniéndose de inmediato de pie.
    
    - Sí, claro, ¿cómo no? –dijo Yasmín.
    
    - Yo no he traído bañador –respondí un poco confundido.
    
    - ¿Es que te hace falta tener uno para meterte en la piscina? –me preguntó Roel muy serio.
    
    Antes de poder responder, Verónica se había desecho de su vestido, su cuerpo era realmente delicioso, más de lo que la ropa hacía pensar. Tras el vestido cayeron el sujetador y la braguita, para mostrarnos todos sus encantos, aunque ya tenía muy claro que yo era el único de los presentes que nos los conocía.
    
    Se lanzó al agua sin pensarlo. Tras ella tanto Roel como Yasmín se deshicieron también de sus ropas, incluida la interior, y la siguieron al agua, salpicando hasta tal punto que algunas gotas llegaron a darme.
    
    Hay un refrán castellano que dice: donde fueres haz lo que vieres. Y así hice. Me quité la ropa, incluido el bóxer, y fui tras ellos al agua. Ver a aquellas dos mujeres desnudas ya había empezado a hacerme efecto, y mi tranca comenzaba a mostrar el aspecto morcillón previo a una buena erección.
    
    Una vez en el agua comenzamos a salpicarnos y echarnos agua unos a otros, sin orden ni concierto, como si todos fuéramos niños en nuestro primer día de vacaciones. Nos agarramos, empujamos y hundimos unos a otros en diversas ocasiones, provocando roces, resbalones y risas. En alguno de aquellos roces mi polla topó sin ningún impedimento con el soberbio cuerpo de Verónica.
    
    Roel propuso hacer una guerra en el agua por parejas. Él portaría sobre sus hombros a su sobrina, y yo haría lo mismo con su mujer. Así hicimos, Yasmín subió sobre los hombros de su tío, sujetándose con fuerza con sus piernas alrededor de su cuello, mientras Verónica hizo lo mismo conmigo.
    
    Sentir las piernas de Verónica alrededor de mi cuello, con su culo sobre mi espalda y su coño en mi nuca, añadido a ...
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