Una familia muy unida II - Relatos Eróticos

Una familia muy unida II

... los roces y agarrones previos, hizo que mi polla empezara a comportarse como un verdadero submarino bajo el agua.

Roel y yo nos acercamos cuánto pudimos para facilitar que las chicas pudieran empujarse y agarrarse, pues en eso consistía el juego, básicamente. A duras penas conseguían ellas permanecer erguidas sobre nuestros hombros, y en más de una ocasión, tanto Roel como yo, tuvimos que alejarnos del otro para permitir que nuestra pareja se colocara de nuevo, antes de intentar abatir de nuevo a su contrincante.

Tras varias idas y venidas, y muchas risas, Yasmín logró que Verónica cayera de mis hombros. Tanto Roel como su sobrina se deshicieron en risas, mientras se abrazan eufóricos por su victoria, restregando Yasmín sus tetas por el cuerpo de su tío sin ningún pudor.

Por mi parte ayudé a Verónica a ponerse de pie, en principio un poco preocupado por si, con la caída había sufrido algún daño. Me confirmó que estaba bien, y me agradeció mi preocupación dándome un beso. No en la mejilla, si no en los labios, a la vez que volvió a pegarse tanto a mí, que mi verga acabó apoyada en su cuerpo, algo que no pareció importarle, más bien lo contrario.

Roel tomó de nuevo la palabra:

- Ahora, según nuestras reglas para este tipo de torneos, el caballo del equipo vencedor, o sea yo, tiene derecho a elegir pareja para la siguiente competición.

- Es evidente que habéis ganado, te toca elegir –respondió su mujer.

Yo asistía con interés e intriga a todo aquello. No tenía claro qué era lo que acabaría ocurriendo.

- No te enfades, cariño, pero elijo a mi sobrinita –respondió Roel, a la vez que rodeaba con su fuerte brazo, atrayendo por completo a Yasmín contra él.

- Para nada me enfado. Creo que yo también salgo ganando con tu elección porque, sin ninguna duda, Dani es para mi –e imitando el gesto que su marido había acabo de hacer, me abrazó por la cintura, pegándome tanto a su cuerpo que pude sentir la presión de una de sus tetas, y de su pezón, en mi propio cuerpo.

Yasmín me explicó, mientras su tío la llevaba hasta una de las paredes de la piscina, en que ahora cada pareja tendríamos sexo, considerándose ganadora la pareja que más orgasmos lograra acumular.

Aquello era una locura. Pero yo era actor protagonista en ella, y me encantaba.

Así acabamos cada pareja en un lateral de la piscina. Roel comenzó a besar la boca de Yasmín, lamiéndola con auténtica pasión, exhibiendo una lengua que, desde mi posición, se adivinaba larga y poderosa, mientras Yasmín agarró por el culo a su tío, sin duda para sentir la segura erección de su polla.

Por nuestra parte, y tras unos segundos de observación, que me sirvieron para cerciorarme de que no había entendido mal, fue Verónica la que depositó su boca en la mía. Sus labios rozaron los míos y su lengua pugnó por entrar en mi boca. No le puse ningún impedimento. Empezaba a estar excitado y caliente de verdad.

Tras unos momentos de intercambio de besos, caricias y mordiscos en los ...