1. Líos familiares - Capítulo 5


    Fecha: 26/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Sylke and Friends, Fuente: TodoRelatos

    ... de mamá.
    
    Me fui calentando por momentos y es que ya no veía a esa mujer como madre, sino como la diosa a la que yo quería grabar en mi memoria para mis sucesivas pajas. ¡Qué hermosura!
    
    - Vamos, cariño. Tu padre va a terminar en la cocina en cualquier momento.
    
    No quería ni pensar qué diría mi padre si nos pillara en esa escena, pero por más que me la cascaba no lograba correrme y eso que el estímulo era el mejor que yo podría esperar.
    
    - Mamá, ¿me la chuparías? - dije de pronto, sin saber muy bien por qué solté aquello.
    
    - Marcos, ¿estás loco?, ¿cómo te la voy a chupar?
    
    - Lo siento, mamá... - dije mi frase recurrente – es que así no voy a correrme.
    
    - Si que aguantas. - dijo ella mordiéndose el labio pues ya llevaba unos cuantos minutos dale que te pego y ella también debía temer que mi padre acabase en la cocina y pronunciase la famosa frase “¡A cenar!”
    
    Yo seguía meciendo mi duro y grueso falo, mirando a mamá casi con un ruego. El caso es que yo también estaba sorprendido de no haber explotado ya, supongo que demasiadas pajas en esos días.
    
    - No, cielo, es que eso no puede ser, soy tu madre. No te la puedo chupar. De ninguna manera. Olvídate. - dijo al fin después de meditarlo.
    
    - Al menos, ¿me lo harías tú con la mano? Igual así, acabamos antes.
    
    - ¿Quieres que te haga yo la paja?
    
    Dicho eso por la boca de mamá sonaba rarísimo. Se dio la vuelta, abrió la puerta de su cuarto y asomó la cabeza, escuchando seguramente como mi padre estaría cacharreando abajo en la cocina, porque siempre le encanta hacer platos elaborados y se tira un buen rato.
    
    - Tu padre parece liado. - dijo cerrando la puerta y caminando con el bamboleo de sus caderas, haciendo botar sus tetas de vuelta a la cama.
    
    Ella se agachó frente a mí, sustituyendo mi mano con la suya, para empezar a pajearme. Me miraba a los ojos de vez en cuando y luego seguía con la vista clavada en mi dura verga.
    
    - Solo una paja, ¿de acuerdo, cariño?
    
    - Si mamá.
    
    Ella sustituyó su mano por la mía y por fin sentí el abrazo de sus dedos apretando ese grosor y esa dureza.
    
    - ¡Hijo, es enorme! - decía meneando su fina mano alrededor de mi tronco que estaba tenso al notar ese tibio roce de sus dedos.
    
    Yo seguía oliendo las bragas y viendo su escultural cuerpo de mamá agachada, el hecho de tener sus piernas tan abiertas me permitía ver su coño desde cerca, totalmente expuesto, brillante y sonrosado, sin ningún pelo y cómo se movían sus tetas con cada movimiento de su mano masturbándome. ¡Dios, qué maravilla!, ¡Todo parecía un sueño!
    
    - ¡Vamos, cielo, suéltalo! - decía ella mordiéndose el labio con sus ojos clavados en mi capullo, esperando mi inminente orgasmo.
    
    Yo seguía oliendo el tanga, aguantando al máximo ese momento para no correrme y de pronto le dije.
    
    - Mamá, ¿me dejarías oler tu coño de cerca? No sé cómo huele eso. - mentí, pues esa parte ya la había comprobado con los restos que ella misma dejó en el consolador o chupando el de Celia ...
«1234...11»