1. Tres noches durmiendo en una cabaña con su padre


    Fecha: 24/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... chupó sus oscuras areolas. Amasó sus tetas y después siguió bajando hasta su coño. Se lo olió.
    
    -Huele a fruto prohibido.
    
    Dulce ya estaba entregada.
    
    -Pero tú te lo vas a comer. ¿No?
    
    Le quitó las bragas y le lamió el coño encharcado, luego metió un dedo dentro de la vagina, lamió su clítoris y le amasó las tetas con la otra mano. En nada le dijo Dulce:
    
    -Vas a hacer que me corra, papá.
    
    La trabajó muy lentamente hasta que Dulce le dijo:
    
    -Me corro, papá.
    
    Quitó el dedo del coño y se lo lamió hasta que acabó de correrse en su boca.
    
    Al acabar de correrse le besó el capuchón del clítoris. Luego cogió un zapato, le quitó el cordón y le dijo:
    
    -Quítate la bata y échate boca abajo.
    
    Hizo lo que le dijo. La ató por las muñecas con un extremo del cordón y con el otro la ató a uno de los barrotes de la cama. Fue a la alacena y volvió con una tarrina de margarina. Dulce le preguntó:
    
    -¿Qué vas a hacer, papá?
    
    -Ya lo irás descubriendo, cielo.
    
    Pringó sus manos de margarina y masajeó su espalda y sus nalgas. Cuanto más masajeaba más le gustaba. Dulce le dijo a su padre.
    
    -Es algo muy placentero.
    
    -Lo más placentero está por venir, preciosa. Eleva el culo.
    
    Dulce puso el culo en pompa. Eugenio jugó con un dedo en la entrada de su ojete y después se lo metió dentro del culo, luego lamió el periné, lamió el ojete y acto seguido se lo folló con la lengua. A la lengua le siguió un dedo, dos, tres... Los dedos entraban dentro de su culo, giraban, salían, volvían a entrar, volvían a girar... Dulce cuando sintió que le venía se lo dijo:
    
    -Voy a correrme de nuevo.
    
    Eugenio le preguntó.
    
    -¿Me dejas que te la meta en el culo, hija?
    
    -No preguntes tonterías. Me has estado preparando para eso.
    
    Eugenio sacó los dedos, quitó el calzoncillo, untó la polla con margarina, se la frotó en el ojete y luego se la metió despacito hasta el fondo del culo. Dulce le dijo:
    
    -Llena una barbaridad.
    
    Eugenio le preguntó:
    
    -¿Quieres que te la quite del culo y te la meta en el coño?
    
    Dulce quería experimentar algo nuevo.
    
    -No, me llena mucho pero también me gusta. ¿Crees que me correré follándome el culo?
    
    Eugenio fue franco.
    
    -Hay mujeres que se corren con el sexo anal y hay mujeres que no. ¿Descubrimos a qué clase perteneces?
    
    Dulce no quería quedar con la duda.
    
    -Descubrimos.
    
    Le folló el culo con suavidad. Besó su cuello y su boca cuando giraba la cabeza para un lado y para el otro... Tiempo después Dulce explotó:
    
    -¡¡Me corro!!
    
    Se corrió jadeando cómo una perra y queriendo romper el barrote de la cama con sus tirones.
    
    Al acabar de correrse la desató del barrote, le dio la vuelta y le abrió las piernas. Tenía los pezones duros, las areolas le encogieran y su coño goteaba. Metió su cabeza entre las piernas y lamió de abajo a arriba. La lengua le quedó cubierta de jugos mucosos que se tragó. Le abrió el coño con dos dedos y lamió su labio vaginal izquierdo, luego lamió el derecho y acto seguido enterró su lengua ...
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