1. Tres noches durmiendo en una cabaña con su padre


    Fecha: 24/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... coño.
    
    Comiéndose a besos comenzó una follada a golpes secos, o sea, se la clavaba con fuerza hasta el fondo del coño, la dejaba dentro unos segundos, la sacaba y se la volvía a clavar otra vez con fuerza. Pasado un tiempo, Dulce, con sus tetas aplastadas contra el pecho de su padre y con su coño goteando sintió que se iba a volver a correr.
    
    -¡Córrete conmigo, papá, córrete conmigo!
    
    Eugenio le dio a mazo unos segundos. Sintió el coño de Dulce apretar su polla y un mordisco en el cuello. Al mordisco siguió una chupada, y chupándole el cuello se corrió dentro del coño de su hija con una fuerza brutal.
    
    Al acabar de correrse la echó sobre la mesa de la cocina, le metió los dedos medio y anular de la mano derecha dentro del coño, los sacó pringados de leche y jugos y los esparció por el pezón y la areola derecha, luego le metió los dedos medio y anular de la izquierda y al sacarlos pringados de leche y jugos los esparció por el pezón y la areola de la teta izquierda. Con las yemas de los dedos de las dos manos acarició los pezones y las areolas,... Luego les pasó la lengua y a continuación lamió, chupó y mamó... Después fue a por el coño. Lamió de abajo a arriba y arrastró jugos y leche. Dulce le cogió por los pelos, tiró de él, le chupó la lengua y luego le dijo:
    
    -Eres único.
    
    El único volvió a por su coño. Se lo folló con la lengua cómo si ésta fuese una polla, metiendo y sacando, metiendo y sacando... Después echó el capuchón del clítoris hacia atrás. El glande lucía cómo un titán. No se lo lamió, lamió sus labios vaginales y después le metió un dedo dentro del coño, lo sacó y se lo metió dentro del culo. Follándoselo le volvió a chupa las tetas. Dulce ya iba a explotar otra vez.
    
    -¡Me voy a correr, papá, me voy a correr!
    
    Puso la lengua sobre el clítoris, lo chupó y Dulce explotó.
    
    -¡¡Me corro!!
    
    Esa fue la última corrida de Dulce en la cabaña, bueno, hasta que su padre volviese a ella, pues el sitio ya lo sabía.
    
    Quique.
«12...9101112»