Atada, expuesta y dominada - Relatos Eróticos

Atada, expuesta y dominada

... de sus manos a mis caderas seguro saldría catapultada hacia delante.

Gritos, gemidos y jadeos se mezclan. Suyos y míos. Ya no razono, siento, siento…

Hasta el climax mas poderoso, que hace tiempo no tenía. Mi mente se zambulle en un mar líquido de dorados y rosas que se mezclan como pintura y me siento ingrávida. Una última estocada y se derrama dentro de mí. La sensación es rara y desconcertante, plena. Cuando se retira lentamente por mi ano se derrama su lefa empapando todo por su camino. Consigo coger un poco con mi mano y me la llevo a la boca. Mientras chupo golosa su néctar, siento que se aleja.

-Carlos, Carlos dónde estas? Me dijiste que me soltarias. Tenía que ser una buena puta. He sido una buena puta!!!!!-. Grito y berreo llamándole pero no contesta ni noto su presencia.

Una luz aparece al fondo, es la puerta, están abriendo la puerta. Podré salir, podré vivir, podré sentir. Cuando está totalmente abierta se perfila una silueta. Miro esperanzada hasta que adivino quien es por su figura femenina y curvilinea.

Mierda, es ELLA, no me dejará salir. Me acurruco sobre mí misma sollozando mientras la claridad desaparece al cerrarse mi única salida. De nuevo oscuridad, inmensa, inescrutable. Aterradora.