Atada, expuesta y dominada - Relatos Eróticos

Atada, expuesta y dominada

... pequeños gemidos escapan de mi garganta, mi maltratada garganta follada hace un momento por esa bestia.Uhmmm

-Me vas a rogar que te folle, y tambien que te rompa este culazo virgen-, Mientras lo dice deja de tocarme.

Me retuerzo y noto que me mueve y que se está colocando. -Oooooooh!!!!! por Dios Santo!!!!!

-No, no es Dios quién te va a comer todo el coño, si no yo-. Con su cabeza metida entre mis piernas y su boca en mi coño. Empieza a lamer, succionar, chupar y meterme en la vagina su lengua. Con sus manos me sujeta fuertemente. Las noto en mis caderas clavando los dedos.

-Joder si, eres la ostia como amo. Cometelo todo. Aaaahhh quiero sentirlo, por favor, por favor méteme los dedos-. Esto último suena como un ruego. Mierda ya estoy rogando y solo por unos dedos. Dedos largos y grandes que mete sin contemplaciones en el canal húmedo de mi sexo. Uno, dos, tres… los retuerce, abre y frota mis paredes vaginales mientras entran y salen incansables.

Mi orgasmo es inminente, cuando siento que me muerde el clítoris a la vez que hunde con fuerza sus dedos llego a mi clímax. Grito como una posesa. Ahora solo me sujeta con una mano que tiene que mover para agarrarme toda la cintura con el brazo para inmovilizarme. Aaaaaahhhhh

-Joder, que rica estas, todo en mi boca. Pero… lo has vuelto a hacer sin permiso-. Chista con recriminación.

A mi ya todo me da igual, estoy en una nube. Este último orgasmo ha sido apoteósico, creo que he estado a punto de mearme.Uuufff

Sale de debajo mía y vuelve a desaparecer. Zasca!!! algo me impacta en el culo acompañado de un gran ruido.

-Aaaahhh, qué haces?- grito anonadada.

-Ha empezado tu castigo puta, te voy a azotar el culo hasta que te arda y esté rojo, como a mi me gusta-.

Comienza una retahíla de azotes por todo mi culo y muslos. Va cambiando de intensidad y lugar cada vez. Cuando lo hace muy fuerte después pasa su mano acariciando la zona maltratada. Con los ojos cerrados y mordiéndome los labios aguanto cada embate sin apenas hacer ruido. No quiero suplicar más, no, noooo….

-Eso es todo lo qué sabes hacer amo?- Le increpo ya que pasado el susto, dentro de mí siento una corriente de ira e indignación. Pero también se impone una excitación desconocida que transforma el dolor en puro placer.

Para.

Miro a ambos lados buscándole-¿Dónde estas? ¿Qué haces? Por qué paras?-

-Sabía que eras una buena puta-. Lo dice mientras me propina una fuerte palmada en todo mi sexo que me hace ver las estrellas.

No me da tiempo a recuperarme cuando noto como su polla invade mi vagina, al principio poco a poco, hasta llenarme entera. Gimo, gimo y gimo mientras me acostumbro a sus dimensiones. Se arquea encima mío y coge mis tetas con sus grandes manos. Me eleva el torso.

-Preparada?- Lo dice en mi oído mordiendo el lóbulo de la oreja.

-Si, si, síii. Dame duro, Dame fuerte-. Trago saliva. Mierda otra vez suplicando.

Así comienza mi perdición. Embestidas duras y profundas acompañadas de ...